Esta idea surgió en la comisión de Ecología y Ambiente del Concejo Municipal de Rosario. Los ediles recibieron a representantes del Taller Ecologista y de la Multisectorial Humedales, lo que devino en la promoción de una audiencia pública que congregue a diversos espacios y actores para construir un plan de acción en conjunto.
El Arroyo Ludueña vuelve a ser noticia por su contaminación. Son en total once las localidades por las que atraviesa ese caudal de agua clave para la zona. Tras innumerables intentos fallidos por sanearlo, ahora se proponen involucrar a todos los espacios involucrados para tomar decisiones defintiva.
Esta idea surgió en la comisión de Ecología y Ambiente del Concejo Municipal de Rosario. Los ediles recibieron a representantes del Taller Ecologista y de la Multisectorial Humedales, lo que devino en la promoción de una audiencia pública que congregue a diversos espacios y actores para construir un plan de acción en conjunto.
Con varias denuncias en marcha en la Justicia por contaminación promovida por privados alrededor del Ludueña en Rosario, sumado a micro basurales que se fueron generando a lo largo de los años, desechos de todo tipo flotando en el agua y en sus orillas, la situación llegó a un punto de no retorno.
Tal y como viene contando El Litoral la contaminación del Ludueña en la ciudad no tiene límites. No solo afecta a los vecinos y vecinas que vienen realizando incesantes denuncias, sino que ahora también afectó de forma directa al Club Náutico Malvinas Argentinas que, durante la última bajante del Paraná, no pudo bajar embarcaciones por la basura. No sólo eso, el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) también alertó mediante un informe los preocupantes niveles de materia fecal que detectaron en el agua.
Tanto quienes viven en el Parque Habitacional Ibarlucea del lado de Rosario como los habitantes del lado de Ibarlucea, que residen en el barrio Logaritmo, insisten con el pésimo estado que presentan las aguas del canal Ibarlucea y del canal Salvat, que desagotan en el arroyo Ludueña.
Se trata de un reclamo histórico y reiterado por parte de quienes residen en la zona. El hecho de tener que convivir con el olor a residuo cloacal es una queja que no pierde vigencia y que nunca termina de solucionarse.
Sumado a esto, a fines del 2023, se hundió definitivamente el famoso “Sabalito Barredor”, la embarcación encargada -en teoría- de limpiar la desembocadura del arroyo. Fueron varias las agrupaciones ambientalistas que denunciaron que el Sabalito no solamente había fallado en su cometido sino que, además, había sido un parche que no solucionaba en profundidad la problemática de la contaminación.
Ante este escenario, en la Comisión se determinó no solo abordar este problema de la contaminación con las autoridades y representantes de diversos espacios locales sino también incluir a todas las localidades que cuentan con la presencia del arroyo.
"Es clave que se pueda profundizar el diálogo y que participe la mirada de todos: legislativos, Ejecutivo, sociedades civiles. Avanzar en las modificaciones de las condiciones del arroyo tiene que ver con la calidad de vida, la salud, el ambiente. Este espacio también es un humedal y a veces se lo olvida o no se lo reconoce como tal", sostuvo el concejal Leonardo Caruana, ex secretario de Salud del reelecto intendente, Pablo Javkin.
Es que el Arroyo Ludueña toca once localidades, por lo tanto, la idea es “trabajarlo desde el punto de vista metropolitano”. “Se va a discutir y avanzar en una propuesta de trabajo con todas las áreas: intendentes de las distintas regiones, concejales, referentes en organizaciones ambientalistas. Ellos son los que desde hace ya tiempo plantean la necesidad de profundizar el trabajo sobre el arroyo. Se hará una audiencia pública cuyos detalles se definirán el próximo lunes", concluyó Caruana.
Bajo investigación
A mediados del 2022 el procurador Jorge Barraguirre avanzó a través de la fiscalía extrapenal que conduce María Laura Martínez en la investigación sobre la contaminación del arroyo Ludueña.
Se trata de uno de los cursos de agua más emblemáticos de la ciudad en el que se detectaron manchas oscuras cuando la bajante del río Paraná llegó a niveles récord. Tras la denuncia de las vecinales, se pudo detectar que el Shopping Fisherton Plaza Open Mall -ubicado frente al Aeropuerto Internacional de Rosario- arrojaba sus desagües pluviales y que drena a la altura del Golf Club.
La empresa Aguas Santafesinas (Assa) tomó muestras del arroyo, en el marco de un estudio de impacto ambiental, y constató que se estaban arrojando efluentes cloacales sin realizar el tratamiento. Esto derivó en que la Provincia intime al barrio privado y al shopping para que regularicen su situación.
El Ludueña no es un arroyo cualquiera. Se trata de un cauce fluvial que nace como red de avenamiento, de 800 kilómetros cuadrados de campos de Rosario y de localidades aledañas. Este arroyo desemboca en el río Paraná a la altura del barrio Arroyito. Es decir, es un flujo de agua que atraviesa toda la ciudad y con la que conviven a escasos metros miles de vecinos y vecinas.
La comunidad que vive en los alrededores del arroyo tienen historia de lucha. Por ejemplo, lograron que el Estado realice las obras necesarias para que no se produzcan más desbordes desde el año 1986, por la construcción de la Presa Retardadora de Crecientes en el año 1995 y los aliviadores (el segundo también en ese año y el tercero recientemente). Es por eso que pelean para la conservación y el mantenimiento, tanto aguas arriba como aguas abajo de los aliviadores, del arroyo Ludueña, por una cuestión de salubridad y medio ambiente general.
Fuente: El Litoral