Una empresa argentina restaura bosques nativos y se propuso mejorar 45 millones de hectáreas

El futuro de unas tierras familiares y una cena entre amigos originó este ambicioso proyecto que vino a transparentar la manera en la que las empresas compran los créditos de carbono.

ACTUALIDAD16/10/2024La Política AmbientalLa Política Ambiental
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En materia de sustentabilidad, en la Argentina está todo por hacerse y por eso la cantidad de proyectos que proliferan para que las empresas puedan destinar parte de sus ganancias a acciones de responsabilidad social empresarial (RSE) vinculadas a la preservación del ecosistema no obedecen a una moda momentánea, sino que se corresponden con el verdadero propósito de compensar al medio ambiente.
 
Si bien es cierto que detrás de cada negocio hay un interés comercial, también es una realidad que este tipo de proyectos tiene marcada conciencia social acerca de que, si no se comienza a restaurar el ecosistema, las consecuencias pueden ser devastadoras.

 Así lo piensa Nideport, una empresa que apunta a la restauración ecológica y la conservación de la biodiversidad, especialmente de bosques que están altamente degradados, involucrando a las comunidades locales y cuyo sello distintivo es ofrecer a las empresas la certificación de créditos de carbono de alta calidad.

Sobre los inicios del proyecto, Juan Núñez, CEO y cofundador, contó a este medio que surgió a partir de la iniciativa de dos socios actuales de la empresa que tenían tierras en la provincia de Misiones y que estaban buscando la manera de cuidarlas. “Querían algo que les permitiera proteger la selva sin que fuera una solución filantrópica”, señala.

 La idea fue avanzando y, además de ganar dinero, sus fundadores tienen un propósito muy claro: restaurar y conservar, a futuro, un total de 45 millones de hectáreas.

 Para lograrlo no sólo es necesario contar con buenos equipos e inversores que crean en el proyecto, sino que también es fundamental un altísimo estándar de transparencia. Y por eso, uno de los pilares de la compañía es poder optimizar los seguimientos de los financiamientos destinados a las comunidades locales.

 Para ello, acaba de realizar una reciente alianza con la Fundación IOV, que se dedica a abordar la crisis de confianza brindando soluciones en el ámbito de la tecnología Blockchain, donde Nideport desarrolla sus proyectos de restauración forestal.

“La transparencia en el mercado de créditos de carbono es una gran crisis. La mayoría de lo que se invierte en las comunidades es en efectivo y es muy difícil demostrar la trazabilidad. Con esta tecnología podemos realizar una auditoría del proceso de aporte a las comunidades vulnerables”, sostiene Tomás Vicente, Chief Financial Officer de la firma quien se sumó a la compañía para organizar la “pata” financiera cuando se dieron cuenta que el negocio iba en serio y que los objetivos a largo plazo iban a requerir de volúmenes de capital muy grandes.

¿Qué acciones desarrolla Nideport?
Además de restaurar millones de hectáreas de bosque nativo, de hacer inventarios de fauna y de incorporar tecnologías para prevenir incendios forestales, intrusiones, caza ilegal y tala descontrolada, Nideport tiene otro propósito bien firme que está relacionado con cuidar la integridad de las comunidades que habitan ecosistemas vulnerables.

 Tal es así que, en acuerdo con las autoridades de la comunidad originaria de Tekoa Alecrin, en el departamento de San Pedro de la provincia de Misiones, se decidió desarrollar el Proyecto Oga –que significa “casa” en idioma guaraní– desde el cual se han construido casas de madera que retoman sus modos tradicionales de vivienda.

“Abogamos por la integridad de las comunidades y eso está alineado no sólo con que el bosque produzca aire más puro sino también con que ellas puedan realizar bienes y servicios sin extraer madera”, señalan sus socios.

 La empresa se encuentra impulsando la fabricación de vinagre artesanal en base a frutos de la selva nativa (jaboticaba, palmito, yerba mate) y se están realizando algunos análisis de miel. El apoyo consiste en capacitaciones en administración, comercialización y gestión productiva, así como a través de la donación de nuevos equipos que mejoraron y ampliaron la capacidad productiva de la cooperativa.

¿Cómo funciona el mercado de créditos de carbono?
Todas aquellas empresas que están buscando una solución empresarial para abordar la crisis climática pueden adquirir créditos de carbono para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero. Para el caso de Nideport, las alianzas estratégicas que realiza son con partners prestigiosos a nivel mundial “Estamos trabajando con la principal certificadora de créditos de carbono y por eso buscamos que nuestros clientes asuman el compromiso de neutralidad y de huella. Buscamos empresas transparentes y trazadas”, afirma de manera contundente Tomás Vicente.

 Los tres actores principales de esta red son, por un lado, las desarrolladoras de proyectos, empresas como Nideport que realizan acciones con el fin de preservar el ecosistema. Por el otro, los certificadores internacionales, quiénes verifican que los proyectos reduzcan las emisiones de carbono para luego emitir los créditos correspondientes. Finalmente, los compradores de crédito que no son ni más ni menos que las empresas que necesitan compensar la huella.

La sustentabilidad puede ser un negocio. Por eso, a nivel mundial, los mercados de carbono no paran de crecer. Restaurar los servicios ecosistémicos para las generaciones futuras es urgente. De la mano de estas soluciones transparentes, innovadoras y con marcado sentido social es que las empresas pueden volver cada vez más eficientes sus acciones para mitigar el impacto que tienen sus procesos productivos en el ecosistema.

Fuente: airedesantafe

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