Antártida en alerta: el glaciar Hektoria retrocede a velocidad récord

ACTUALIDAD14/11/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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foto: cnnespanol

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El reciente retroceso del glaciar Hektoria, en la Península Antártica, encendió las alarmas de la comunidad científica internacional. En apenas dos meses, entre noviembre y diciembre de 2022, el glaciar perdió más de ocho kilómetros de extensión, un ritmo de desintegración que supera ampliamente los registros conocidos para glaciares asentados sobre tierra firme. El fenómeno vuelve a poner en el centro del debate la fragilidad de los ecosistemas polares frente al calentamiento global.

El análisis de imágenes satelitales y registros altimétricos mostró que el frente del Hektoria llegó a retroceder hasta casi un kilómetro por día en su fase más crítica. La magnitud del retroceso llamó la atención no solo por su velocidad, sino porque implicó la pérdida de aproximadamente la mitad del hielo flotante del glaciar en apenas semanas.

Los investigadores describen el evento como un caso extremo de “ice-plain calving”, un proceso que ocurre cuando un glaciar asentado sobre un lecho rocoso plano comienza a adelgazarse hasta el punto en que partes de su frente quedan a flote. Ese cambio de estabilidad facilita la aparición de grietas profundas que aceleran el desprendimiento de enormes bloques de hielo.

El colapso del Hektoria se produjo en un contexto de aguas oceánicas más cálidas y un ambiente costero desprovisto de hielo marino protector. Sin esa barrera natural, el oleaje y la temperatura del agua actúan directamente sobre el frente del glaciar, erosionándolo y favoreciendo su ruptura. A esto se suma una topografía subglacial que, al ser plana y baja, facilita que grandes secciones pierdan apoyo y pasen a flotar, una condición ideal para desencadenar una desestabilización masiva.

Aunque el Hektoria no es uno de los glaciares más voluminosos de la Antártida, su retroceso repentino es una advertencia de lo que podría ocurrir en otros sectores del continente si comparten características similares. Los glaciares con lechos planos o depresiones podrían volverse especialmente vulnerables a retrocesos acelerados si continúan agravándose las condiciones océano-atmósfera que impulsan el calentamiento polar.

Las consecuencias globales podrían sentirse en la subida del nivel del mar, uno de los indicadores más sensibles y preocupantes del cambio climático. Eventos abruptos como este obligan a revisar los modelos actuales y a incorporar nuevos procesos que hasta ahora eran considerados improbables o marginales.

El episodio del Hektoria subraya la importancia de avanzar en un monitoreo continuo del hielo antártico, mejorar el conocimiento de la topografía subglacial y actualizar los modelos que proyectan el comportamiento de los glaciares frente al calentamiento global. También refuerza la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar que se repitan colapsos de esta magnitud en regiones aún más sensibles de la Antártida.

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