El fiscal jefe Breide Obeid dijo que esperará la sentencia completa del Tribunal para presentar la apelación. Destacó como positivo que los vecinos de San Martín de los Andes pudieron contar lo que el municipio no quiso escuchar.
«Lo más importante que este lugar ya no existe más. Pero no por una decisión de la municipalidad ni de nadie, sino porque la fiscalía lo clausuró», dijo el fiscal jefe de Delitos Ambientales, Maximiliano Breide Obeid, en referencia al resultado del primer juicio por contaminación ambiental que se realizó en Neuquén, por el vertido de líquidos cloacales en un basural de San Martín de los Andes.
Añadió que en el veredicto que absolvió a los tres imputados, las dos juezas y el juez «en algún punto dicen: bueno, todo lo que dijo la fiscalía que pasó, pasó y lo pudo probar. O sea, que nosotros acreditamos que todo lo que habíamos sostenido en la acusación pasó tal cual lo relatábamos. La diferencia está que ellos (los jueces) hacen una lectura de la ley, donde excluyen a los barros cloacales como residuos peligrosos».
El fiscal jefe señaló que no está conforme con las absoluciones, pero rescató las cosas positivas que sucedieron a lo largo de los seis días de juicio oral.
«A los vecinos nadie los escuchó»
En ese renglón ubicó la declaración de seis vecinos del barrio Cordones del Chapelco, de San Martín de los Andes, en representación de los 6.000 afectados. «Pudieron contar que nadie los escuchó, todas las puertas que golpearon y cuál fue la actitud del municipio. Y de hecho ocupó parte del veredicto de los jueces».
En un tramo del veredicto difundido el jueves al mediodía, las juezas Laura Barbé, Leticia Lorenzo y el juez Maximiliano Bagnat señalaron: «aun cuando toda la situación contextual que rodea la disputa concreta en este juicio merezca reproches funcionales, administrativos y éticos, en términos penales las circunstancias presentadas no permiten el avance hacia una condena».
¿Peligrosos o contaminantes?
Breide interpretó que los magistrados «hacen una lectura de la ley donde excluyen a los barros cloacales como residuos peligrosos» pero «tampoco dijeron que no eran contaminantes. Dijeron que no entran en un aspecto legal de clasificación de los residuos peligrosos (…) Nosotros demostramos que los barros nunca se trataron».
Respecto de la cantidad de coliformes detectados en la muestra tomada por la fiscalía, que arrojaron una cifra muy por debajo de la exigida por la ley para clasificarlos como residuos peligrosos, Breide Obeid remarcó que «se tomó una muestra cuando ya el vertedero estaba cerrado», tres años después de que los arrojaran.
Críticas a la municipalidad
En declaraciones al canal 24/7, agregó que «los vecinos estaban contentos de visibilizar esto. Y sobre todo lo más importante es que este lugar ya no existe más. Falta terminar de sanearlo. Pero ese problema de no poder salir a las veredas o invitar a alguien a su casa, o hacer un asado como hace cualquiera, o festejar un cumpleaños, ahora lo van a poder hacer. Pero no por una decisión de la municipalidad ni de nadie, sino porque la fiscalía fue lo que clausuró».
Cuestionó la absolución de una funcionaria de la Municipal imputada. «No es verdad que no podía hacer nada» porque «puede aplicar sanciones, puede utilizar el poder sanitario, y los jueces entendieron que con los informes que hacía mensuales cumplía su rol de control».
«Y cuando hacen los controles -continuó- los informes le dicen, mire, acá está pasando algo que está mal y uno no hace nada, no se satisface la obligación de un funcionario público simplemente porque hace los informes. Lo importante es el contenido de los informes y qué hacen consecuencia».
Que paso?
Los residuos cloacales
Por el contrario, en el lugar comenzaron a arrojar residuos cloacales.
Breide Obeid se metió con uno de los nudos, si no el principal, del juicio: afirmó que «los residuos cloacales, para nosotros están incluidos en la ley de residuos peligrosos», algo que las defensas niegan.
Continuó el fiscal: «los arrojaron en este lugar, no en la cancha de golf, sino en un lugar donde había un amparo judicial, con 6.000 personas alrededor. Lejos de cerrar la celda cinco, lo que hizo la municipalidad fue una montaña sobre la cual arrojaron los residuos».
Añadió que el vertedero fue clausurado por la fiscalía en 2019. «Vinimos por los residuos domiciliarios, no por los cloacales. Cuando quise ver la celda Cinco me enterré en la mierda, ahí me di cuenta de que los lodos estaban arrojados sin tratamiento. Este es el delito que vamos a probar».
La ley de residuos peligrosos «es mala»
«Lo que yo afirmo está a la vista, llegamos a un juicio con todas las pruebas para demostrar que el hecho existió y sin embargo terminó así por una interpretación que hacen los jueces de esta mala ley, pues una ley mala está absolviendo a los responsables».
La referencia es a la ley nacional 24051, de residuos peligrosos, que sólo puede ser modificada por el Congreso de la Nación donde la provincia de Neuquén tiene cinco representantes en Diputados y tres en Senadores.
Indicó que esperará la sentencia por escrito para preparar la apelación. «Nos costó mucho llegar a juicio porque tuvimos que apelar un montón de veces para llegar y esto no es un caso, es una causa ambiental, y una causa de los vecinos, y no vamos a aflojar ahora, vamos a seguir dando pelea«.