Eliminación del Registro Nacional de Comunidades Indígenas: Un Retroceso para los Derechos Indígenas

En un reciente giro que ha generado preocupación entre defensores de los derechos humanos y comunidades indígenas, el Gobierno nacional ha decidido eliminar el Registro Nacional de Comunidades Indígenas, una herramienta clave establecida en 1995 bajo el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas. Desde el Consejo Provincial de Asuntos Indígenas (CPAI), esta decisión ha sido calificada como un "nuevo avance contra los pueblos indígenas".

El CPAI recordó que la Resolución 4811/96 se encuentra en el marco de los compromisos constitucionales adquiridos en la reforma de 1994, que reconoce la identidad étnica y cultural de los pueblos indígenas como parte esencial de la nacionalidad argentina. "No se trata solo de mitigar las dificultades históricas que enfrentan estas comunidades o de compensar el desapoderamiento sufrido, sino de preservar su legado cultural, un componente fundamental de la identidad sudamericana", subrayaron.

La reforma constitucional de 1994, a través de su artículo 75 inciso 17, otorgó un nuevo estatus jurídico a los pueblos indígenas, reconociéndoles derechos de rango constitucional. En este contexto, el registro eliminado se consideraba esencial para visibilizar a las comunidades indígenas en todo el país. "Sin este registro, su presencia en las políticas públicas se diluye, dejando sus derechos a merced de la voluntad política de cada provincia", advirtieron.

El CPAI también enfatizó la importancia de fortalecer los lazos entre la Nación y las provincias para consolidar políticas públicas específicas. Sin embargo, la eliminación del registro representa un grave ataque a los derechos constitucionales de los pueblos indígenas. La ausencia de un mecanismo formal que garantice su reconocimiento y participación en las decisiones que afectan sus vidas podría tener consecuencias nefastas para su cultura y su futuro.

Este cambio de política no solo amenaza la existencia y la voz de las comunidades indígenas, sino que también pone en riesgo su legado cultural y su derecho a la autodeterminación. En un momento en que el mundo enfrenta desafíos ambientales y sociales, la inclusión de las comunidades indígenas en la toma de decisiones es más crucial que nunca. La lucha por sus derechos continúa, y es fundamental que la sociedad civil se movilice para garantizar que estas voces no sean silenciadas.