

A solo cinco kilómetros de Rosario, el acuífero subterráneo y la costa del río Paraná enfrentan una grave crisis ambiental debido a la contaminación generada por la petroquímica Capitán Bermúdez. Aunque el impacto no es tan visible como el reciente episodio de un riachuelo teñido de rojo por vertidos industriales, los estudios técnicos confirman que el daño en esta zona es alarmante.
Un informe que revela un desastre oculto
Un informe del Ministerio de Ambiente de Santa Fe, realizado por ingenieros de la UTN de San Nicolás, confirma que el predio de 23 hectáreas de Petroquímica Bermúdez presenta niveles de polución graves. Se detectaron compuestos organoclorados altamente tóxicos en el acuífero Pampeano, que se encuentra a 20 metros de profundidad, en concentraciones que superan los límites reglamentarios. Además, se advierte que estos contaminantes también podrían haber alcanzado el acuífero Puelche y migrado hasta el río Paraná.
Las muestras extraídas en agosto de 2023 de siete pozos de monitoreo arrojaron resultados alarmantes en tres de ellos, donde se encontraron concentraciones elevadas de tricloroetileno, tetracloruro de carbono y cloroformo.
El impacto en la costa del Paraná
Otro hallazgo grave es la presencia de cal de carburo en la ribera del Paraná, producto de los procesos industriales de la fábrica. Un informe técnico de agosto de 2023 confirma que este residuo cubre aproximadamente 150 metros de la costa y representa un riesgo para la salud humana y el ecosistema.
El pH extremo del material podría afectar gravemente la fauna y flora, además de comprometer el acceso público a la costa. Ante este escenario, los peritos recomendaron estudios adicionales para cuantificar el daño y diseñar un plan de remediación urgente.
El plan de remediación propuesto por la empresa
Frente a la presión ambiental y legal, la empresa Petroquímica Capitán Bermúdez presentó en enero de 2024 un plan de remediación diseñado por HSE Ingeniería. La propuesta incluye la perforación de pozos para extraer el agua subterránea contaminada, su tratamiento y posterior descarga controlada. Sin embargo, el procedimiento generará emisiones atmosféricas, lo que podría traer nuevos problemas.
Un litigio con implicaciones políticas y empresariales
El empresario Sergio Taselli, junto con su hijo Máximo Taselli y el directivo Matías Gallegos, enfrenta una causa penal por contaminación ambiental. Inspecciones oficiales confirmaron que la empresa operaba desde 2015 en condiciones deficientes, con derrames de sustancias peligrosas y falta de mantenimiento en sus instalaciones. En las audiencias preliminares, la fiscalía argumentó que Taselli y su equipo deben enfrentar multas millonarias y la posible recuperación estatal de las tierras contaminadas.
El caso, sin embargo, se complicó en 2024 cuando la Corte Suprema de Santa Fe resolvió a favor de Taselli, alegando que el empresario ya había sido juzgado previamente por este delito. Esta decisión, tomada tras un empate entre los jueces, ha sido cuestionada por los fiscales y se encuentra en revisión ante la Corte Suprema de la Nación.
El futuro de las tierras contaminadas
El gobierno provincial de Maximiliano Pullaro enfrenta una decisión clave: aceptar el plan de remediación propuesto por la empresa o avanzar con sanciones más drásticas, que podrían incluir la expropiación del predio.
Mientras la disputa legal sigue en curso, el problema ambiental persiste. La gran pregunta es si el Estado tomará medidas para garantizar la descontaminación efectiva de la zona o si prevalecerá la impunidad para quienes han dañado el ecosistema y puesto en riesgo la salud de miles de personas en el área.


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