Patagonia: comunidades se organizan para restaurar bosques tras incendios y especies invasoras

14/09/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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Los incendios forestales de los veranos 2024 y 2025 arrasaron al menos 48.688 hectáreas de bosque nativo en la Patagonia, según Greenpeace. A la amenaza del fuego se suman especies invasoras, contaminación y deforestación. En respuesta, organizaciones comunitarias de Neuquén y Río Negro impulsan proyectos de restauración ecológica y educación ambiental.

Araucarias para el futuro
La Asociación Amigos de la Patagonia trabaja hace más de 26 años en restauración. Su Proyecto Pewen busca recuperar la araucaria en el Parque Nacional Lanín, especie en peligro según la UICN. Desde 2019, plantan con técnicas ajustadas junto a científicos del Conicet, comunidades originarias, parques nacionales y voluntarios. “Se trata de transformar el amor por la naturaleza en acciones concretas”, resume Sebastián Homps, director ejecutivo.

De los barrios al bosque
La cooperativa Jóvenes por Bariloche combina restauración, reciclaje y educación. Plantó más de 3000 árboles en espacios públicos y 100 en el barrio Ñireco, además de limpiar el arroyo Ñireco. “Nuestro objetivo es crear comunidad y enseñar a cuidar el entorno”, dice su presidenta Jenifer Navarro. Trabajan junto a INTA, UNRN y Reara en capacitaciones y producción de plantines.

Plantar tras el fuego
La Asociación Civil Circuito Verde impulsa el programa PlantAndo Patagonia en zonas quemadas de Bariloche y El Bolsón. En abril llevaron 1000 plantines de ciprés y coihue a un sitio afectado. “Buscamos que el bosque vuelva más fuerte y diverso”, afirman. Para ellos, restaurar la naturaleza es inseparable de restaurar el vínculo humano con ella.

Arrancar pinos, sembrar conciencia
Red Pinos nació en 2021 para enfrentar la expansión de especies invasoras como Pinus contorta y Pinus ponderosa. Ya removieron 10.000 plantines en cinco hectáreas y colocaron cartelería en senderos. “Arrancarlos es necesario y beneficioso”, explica Mario Pastorino, del INTA. Sus jornadas abiertas buscan multiplicar la conciencia ciudadana frente a esta amenaza silenciosa.

En la región andino-patagónica quedan poco más de tres millones de hectáreas de bosque nativo. Las iniciativas locales, desde plantar araucarias hasta arrancar pinos, muestran que la restauración ecológica es también una tarea comunitaria y cultural.

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