Detectan niveles alarmantes de agrotóxicos en jardines de niñeces en Pehuajó: pericia del INTA Balcarce refuerza una causa penal por contaminación ambiental

02/11/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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Una pericia del INTA Balcarce incorporada en una causa penal que tramita ante el Juzgado Federal de Pehuajó reveló la presencia de 13 compuestos agroquímicos en los suelos de viviendas habitadas por niñas y niños, ubicadas a apenas diez metros de un lote fumigado. El informe, realizado por la ingeniera agrónoma Virginia Aparicio, constituye una de las evidencias más contundentes sobre la contaminación por deriva de agrotóxicos en áreas habitadas.

La investigación alcanza a los productores Ángela Cangele y Carlos Quiles, acusados de realizar fumigaciones terrestres sin receta agronómica y con vientos fuertes la noche del 17 de septiembre de 2023, en la localidad bonaerense de Francisco Madero, partido de Pehuajó. Durante ese episodio, una niña de tres años y un bebé debieron ser asistidos por síntomas compatibles con intoxicación aguda.

El avance de la causa
En febrero de 2024, la querellante Cintia Bongianino, representada por el abogado ambientalista Fernando Cabaleiro (Naturaleza de Derechos), presentó una hoja de ruta probatoria para solicitar peritajes sobre los efectos de la fumigación. Tras varios meses de insistencia, la Fiscalía ordenó en julio de 2024 la realización de los estudios —limitados solo a muestras de suelo—. Las muestras fueron tomadas por la Policía Federal Argentina (PFA) en agosto de 2024 y analizadas por el INTA Balcarce, que emitió su informe final el 1° de octubre de 2025.

Los resultados: 13 compuestos detectados
El laboratorio identificó glifosato y su metabolito AMPA, atrazina e hidroxiatrazina, ametrina, metolaclor, metalaxil, tebuconazol, epoxiconazol, metconazol, diazinon, carbaril y butóxido de piperonilo.

Los valores detectados resultan altamente preocupantes:

Jardín de Bongianino: glifosato 111,9 µg/kg; ametrina 2,8; atrazina 4,7; tebuconazol 25,1; epoxiconazol 23,5; diazinon 2,2; butóxido de piperonilo 10,9.
Jardín del bebé: AMPA 3.423,8 µg/kg; glifosato 106,3; hidroxiatrazina 87,3; tebuconazol 0,5; epoxiconazol 10,7; diazinon 3,2; butóxido de piperonilo 9,2; metolaclor 0,4.
Vivienda intermedia: metalaxil 0,5; hidroxiatrazina 115,2; tebuconazol 28,5; epoxiconazol 24,3; diazinon 3,3; butóxido de piperonilo 5,9; metolaclor 1,1; metconazol 17,8.
Deriva comprobada y riesgo sanitario
Según el informe técnico, el patrón de residuos hallado a tan solo 10 metros del campo fumigado demuestra la deriva de plaguicidas y su persistencia ambiental, desmintiendo la idea de “inactivación inmediata” que suelen sostener los sectores agroindustriales. Los especialistas advierten que la exposición crónica a bajas dosis de múltiples agrotóxicos genera riesgos acumulativos sobre la salud, en especial en infancias y embarazos.

La pericia, aunque limitada a muestras de suelo —la Fiscalía aún no ordenó análisis de agua ni aire—, fortalece el pedido de indagatoria inmediata para los imputados Cangele y Quiles.

Los resultados más alarmantes corresponden al compuesto AMPA, producto de degradación del glifosato, que alcanzó 3.423,8 µg/kg, junto con niveles de glifosato de hasta 111,9 µg/kg. Estas concentraciones, subraya la pericia, son incompatibles con el concepto de “uso seguro” y constituyen evidencia de contaminación ambiental tipificada por la Ley 24.051 de Residuos Peligrosos.

El caso, de confirmarse en sede judicial, podría sentar un precedente histórico en materia penal ambiental y marcar un punto de inflexión en la regulación de fumigaciones próximas a viviendas rurales en la provincia de Buenos Aires.
 
 
 

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