La cámara de empresas del sector alertó que las modificaciones con las que el gobierno logró en el Senado dictamen a la ley Bases incluye un aumento a las regalías que es perjudicial para los grandes inversiones. Dice que desalentará los proyectos de oro, plata, cobre e incluso los de litio
La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) se manifestó hoy contra el aumento a 5% de las regalías sobre el sector, un cambio que propuso el senador santacruceño Antonio Carambia y al que el gobierno había accedido para conseguir dictamen favorable y asegurarse el voto favorable de los senadores santacruceños a la Ley Bases y, en particular, al “Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones Mineras” (RIGI) incluido en la misma.
Sin embargo, CAEM salió al cruce de esa posibilidad que –dijo- “atenta contra el espíritu inicial de la Ley de Bases y el RIGI”.
Según las empresas mineras, “la suba de las regalías complicaría el escenario para competir por inversiones y vuelve a golpear la confianza de los inversores en el país”.
Básicamente, el sector minero afirma que la modificación, que aumenta en 67% el monto de las regalías a pagar a las provincias, modifica la ley 24.196 de inversiones mineras, sancionada en 1993 “es un contrasentido y supone un retroceso en el camino hasta aquí transitado con el propósito de generar condiciones de mayor competitividad para el país”.
“La Ley de Inversiones Mineras busca ser un paraguas que brinde certezas a las empresas con voluntad de aportar para la Argentina inversiones de gran volumen, de carácter productivo y con largo plazo de recupero. La modificación de esta herramienta clave tendrá consecuencias en la confianza en nuestro país como destino de inversiones y tendrá los efectos contrarios a los que se busca propiciar con el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI)”, dice un pasaje.
CAEM afirma además que la Argentina “ya posee una carga tributaria mayor a la de aquellas naciones con las que competimos por las inversiones. La presión impositiva argentina es alta y sumamente regresiva”
El país, dice, está ante una oportunidad inigualable para desarrollar un sector estratégico, pero el aumento de las regalías, lejos de transformarse en la solución inmediata que algunos imaginan para afrontar los problemas del actual contexto económico, podría generar el efecto contrario. Más impuestos, menos competitividad, menos inversiones”.
Impacto negativo en 70% de las expo mineras
Según las mineras, el cambio “impactaría negativamente en los proyectos productivos de oro y plata, que hoy representan el 70% de las exportaciones del país”. Se trata de un segmento, prosigue, en que por falta de nuevas inversiones, los yacimientos existentes son ya maduros, con costos de producción altos y en aumento. Por lo cual, explica, “subir la presión impositiva impactará acortando su vida útil, y en consecuencia, habrá menor recaudación, alcanzando un resultado opuesto al buscado”. Para peor, afirma, se trata de un subsector minera donde no habrá recambio, pues no hay en cartera proyectos nuevos que puedan iniciar producción en los próximos años.
Más aún, según CAEM el aumento de las regalías “también afectará a los proyectos de litio, tanto los que están en construcción como los que están en producción”.
El comunicado dice al respecto que la ventana de oportunidad con la que cuenta la industria “no acepta alteraciones en la seguridad jurídica: siendo un sector en pleno desarrollo y el país con la mayor cantidad de proyectos a nivel global, el impacto en el cambio de las reglas de juego significaría un desaliento para nuevas inversiones. Por otra parte, perjudicará también a los nuevos proyectos y ampliaciones que se esperaba propiciar con el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI)”.
CAEM reiteró además un ejercicio teórico y contrafáctico que ya había realizado. Dice así: “si tomamos solo los principales proyectos mineros en condiciones de avanzar en los últimos diez años, y que – mayormente - por cuestiones de contexto país han sufrido dilaciones en su puesta en marcha, veremos que Argentina, al día de hoy, ha perdido exportaciones anuales por USD 8.000 millones (actualmente el sector exporta USD 4.000 millones, cuando se podrían estar exportando USD 12.000 millones). Esa pérdida no solo se mide en dinero: se traduce también en casi 100.000 puestos de trabajo que ya deberían estar activos y sumados a los que hoy reportamos, y en miles de pymes que ya deberían estar produciendo”.
Por eso, insiste, “debe entenderse claramente: perjudicar la confianza y la competitividad del país tiene un costo que pagamos a diario todos los argentinos. La inversión en minería en la Argentina no ha crecido por dos motivos fundamentales: falta de confianza y de competitividad. Frente a esto, el RIGI se muestra como una opción clave para motorizar la industria minera, especialmente los grandes proyectos de cobre. Entendemos que el RIGI apunta en el sentido correcto, y por ello nos preocupa que una medida tan largamente esperada quede diluida al ser acompañada de un proyecto que avanza en sentido contrario”.
Lejos de ser un privilegio, dice la cámara minera, con los beneficios del RIGI “apenas se lograría equiparar las condiciones que ofrecen nuestros países vecinos, en condiciones de mayor estabilidad” y por eso pide que el Congreso analice “el escenario completo y las decisiones se tomen con miras al futuro”.
Aporte minero
Sobre el aporte del sector a la economía, la CAEM afirma que, en promedio, una empresa minera deja en el país 80% de lo que genera (entre impuestos, pago de salarios, compras a proveedores nacionales, etc.)” pero que si “si los proyectos no avanzan, entre los principales perjudicados están las provincias que se ven privadas de una fuente de ingresos y de mejora económica, con claro impacto en el desarrollo social”.
Y concluye: “enfatizamos el importante rol que puede jugar la industria minera en la transformación de las economías regionales y por ello confiamos en que se tomen decisiones trascendentes, con visión estratégica, de largo plazo, y en beneficio de todos los argentinos”.
Fuente: InfoBae