Argentina se Retira de la COP 29: Un Paso Atrás en la Lucha contra el Cambio Climático y sus Consecuencias para las Provincias

ACTUALIDAD13/11/2024La Política AmbientalLa Política Ambiental
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En una decisión sin precedentes, el gobierno de Javier Milei ha retirado a la delegación argentina de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP 29), que se celebra en Bakú, Azerbaiyán. Esta medida marca un cambio radical en la posición de Argentina respecto a la lucha global contra el cambio climático. Con esta postura, el país se aleja de los compromisos del Acuerdo de París y sigue una línea de rechazo a la agenda climática compartida con el recientemente electo presidente estadounidense, Donald Trump.

La decisión fue recibida con sorpresa por la comitiva argentina en Bakú, compuesta por funcionarios de la Cancillería y técnicos de Ambiente que esperaban abordar temas críticos y presentar el avance de Argentina en el cumplimiento de sus objetivos climáticos. Esta retirada también podría tener un impacto negativo en el acuerdo de libre comercio que se negocia entre el Mercosur y la Unión Europea, el cual exige a sus socios comerciales cumplir con compromisos de desarrollo sostenible.

Cambio Climático en Argentina: Impacto Directo en las Provincias
Argentina es uno de los países más vulnerables al cambio climático en América Latina, y los efectos ya se sienten de manera alarmante en sus provincias. La retirada de la COP 29 y el posible debilitamiento de las políticas ambientales a nivel nacional pone en riesgo los esfuerzos por mitigar estos impactos en distintas regiones del país.

Córdoba y el Noroeste: En provincias como Córdoba, Jujuy y Salta, el cambio climático ha intensificado la frecuencia e intensidad de incendios forestales. Durante los últimos cinco años, la región ha experimentado incendios devastadores que arrasan miles de hectáreas, destruyen biodiversidad y ponen en peligro a comunidades enteras. La falta de políticas preventivas y de inversión en infraestructura para combatir incendios podría agravar esta situación.
Mendoza y Cuyo: El cambio climático ha alterado los patrones de precipitaciones en la región de Cuyo, afectando la disponibilidad de agua para la agricultura, especialmente en Mendoza. Los glaciares, que actúan como reservas de agua, están retrocediendo a un ritmo preocupante, reduciendo la disponibilidad de este recurso en una región que depende de él para el riego y la producción de vino, frutas y verduras.
Noreste Argentino (NEA): Las provincias de Misiones, Corrientes y Formosa enfrentan fenómenos climáticos extremos, como lluvias intensas y prolongadas sequías. El cambio climático está alterando los ecosistemas y afectando la agricultura y la producción de yerba mate y tabaco, productos clave para la economía de la región. Las lluvias extremas han provocado inundaciones devastadoras en los últimos años, afectando miles de hogares y desplazando comunidades enteras.
Patagonia: La Patagonia argentina está experimentando un aumento en las temperaturas, lo que provoca el retroceso de glaciares y reduce las nevadas en zonas de montaña. Esta pérdida de agua afecta tanto a los ecosistemas locales como a la disponibilidad de agua potable y para la producción agrícola. Además, el calentamiento global amenaza especies emblemáticas de la región, como el huemul, ya en peligro de extinción.
Buenos Aires y la Costa Atlántica: Las ciudades costeras, como Mar del Plata y Pinamar, se enfrentan al aumento del nivel del mar y a tormentas más intensas, lo que genera un impacto directo en el turismo y en las infraestructuras locales. También se han registrado episodios de inundaciones en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) debido a lluvias torrenciales que se intensifican año tras año, afectando a miles de personas en zonas vulnerables.
Una Decisión Controvertida y sus Consecuencias
En la COP 29, que se extiende hasta el 22 de noviembre, se esperaba que los países presentaran sus planes nacionales actualizados de acción climática bajo el Acuerdo de París, con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Sin embargo, la retirada de Argentina envía un mensaje claro de desinterés en esta agenda, lo que podría tener efectos negativos en la posición del país a nivel global y en el esfuerzo conjunto para enfrentar el cambio climático.

Durante la cumbre, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado urgente a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y promover la energía limpia, afirmando que “la revolución de la energía limpia ya está aquí. Ningún grupo, empresa o gobierno puede detenerla”. Sin embargo, el gobierno argentino parece seguir una ruta opuesta.

Este distanciamiento de la agenda climática internacional, además de poner en riesgo la posición diplomática de Argentina, tendrá un impacto directo en sus provincias, donde el cambio climático ya está afectando la calidad de vida de las comunidades locales y la sostenibilidad de la economía.

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