
Comunidad indígena sudamericana se alza contra los impactos de la minería de litio: un llamado urgente por el respeto a sus derechos
ACTUALIDAD24/01/2025

En un contexto de creciente explotación de los recursos naturales en América del Sur, las comunidades indígenas de Argentina, Chile, Bolivia y Perú se han unido para alzar la voz en defensa de sus territorios y derechos colectivos. La minería de litio, una industria clave para la transición hacia energías más limpias, ha generado un profundo malestar entre los pueblos originarios, quienes denuncian los graves impactos ambientales y sociales que la actividad minera está causando en sus tierras.
La semana pasada, en El Moreno, Jujuy, Argentina, tuvo lugar la primera Cumbre Intercultural Andina de Comunidades Afectadas por la Minería, un encuentro que reunió a representantes de pueblos originarios de los cuatro países, con el objetivo de analizar las consecuencias de la minería, particularmente la extracción de litio, sobre sus territorios. Durante la cumbre, los participantes coincidieron en la necesidad de visibilizar los perjuicios que esta industria genera no solo en los recursos naturales, sino también en las formas de vida y la cosmovisión de los pueblos indígenas.
Impactos devastadores: el litio y sus consecuencias
La minería de litio, vital para la fabricación de baterías utilizadas en vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos, ha desatado una carrera por explotar los ricos yacimientos de salares en la región andina. Sin embargo, las comunidades indígenas aseguran que este desarrollo no ha venido acompañado de una reflexión seria sobre los daños que está causando.
Uno de los principales problemas denunciados es el uso excesivo de agua por parte de las empresas mineras, especialmente en zonas donde el agua es un recurso escaso y vital para las comunidades locales. Además, los pueblos originarios alertan sobre el desplazamiento de fauna local, causado por la infraestructura minera y el ruido generado por las actividades extractivas. Las consecuencias de la minería de litio en los ecosistemas y en la salud ambiental son, para muchos, irreversibles.
El presidente de la comunidad indígena El Angosto y vocero de la Cuenca de Salinas Grandes y la Laguna de Guayatayoc, Clemente Flores, expresó en la cumbre: "Las comunidades estamos desprotegidas del Estado y sufrimos el abuso de las empresas extractivas, que sacan todos nuestros recursos naturales sin respetar nuestros derechos y sin realizar las consultas a las comunidades".
Participación de comunidades indígenas de Sudamérica
La cumbre reunió a representantes de comunidades indígenas de diversos territorios afectados por la minería. Entre ellas se encontraban:
- Argentina: Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc (Jujuy).
- Bolivia: Salar de Uyuni.
- Chile: Salar Puna de Atacama.
- Perú: Cuencas de Inambari y Urubamba, Salar de Azangaro, Salar de Pampa Canahuas, San Juan Tarucari y la cadena de la Cordillera Ipokate, Kolkerami.
Estas comunidades compartieron sus vivencias y se unieron en un frente común, buscando visibilizar la problemática que enfrentan, y reafirmaron la importancia de defender sus tierras y recursos frente a la amenaza que representa la minería indiscriminada.
La demanda de consulta previa y el respeto a los derechos colectivos
En la declaración final del encuentro, las comunidades indígenas exigieron a los gobiernos de Argentina, Bolivia, Chile y Perú, así como a las empresas involucradas en la extracción de litio, el cumplimiento de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En particular, pidieron la implementación efectiva de los procesos de consulta previa, libre e informada, un derecho fundamental reconocido por el Convenio 169 de la OIT. Las comunidades reclaman que se les consulte antes de que se otorguen las licencias para la explotación minera en sus territorios, tanto en las áreas de afectación directa como en las zonas colindantes.
Este proceso de consulta no solo debe ser un formalismo administrativo, sino un mecanismo real de participación, que garantice que las comunidades puedan expresar su consentimiento o rechazo a los proyectos mineros que afecten sus tierras, territorios y recursos. Para los pueblos indígenas, esta es una cuestión de supervivencia cultural y ambiental, ya que la minería no solo pone en peligro sus medios de vida, sino también su identidad y sus tradiciones.
Un reclamo regional: unir fuerzas por un modelo de desarrollo justo
Las comunidades de Argentina, Bolivia, Chile y Perú se unieron en un llamado colectivo a frenar los impactos negativos de la minería y a priorizar un modelo de desarrollo que respete los derechos de los pueblos originarios y proteja los ecosistemas. El llamado es claro: no puede haber desarrollo económico a costa de la destrucción ambiental ni de la vulneración de los derechos humanos.
La Cumbre Intercultural Andina no solo fue una denuncia de los daños ya causados, sino también una afirmación del compromiso de los pueblos originarios para defender sus territorios. En este sentido, se destacó la importancia de construir un futuro en el que las comunidades sean parte activa de las decisiones sobre sus tierras y recursos. Como sostuvo Flores, "la lucha no es solo ambiental, sino también cultural".
La voz de los pueblos originarios resuena más fuerte que nunca
La minería de litio, en su búsqueda por satisfacer la demanda global de energía limpia, debe enfrentar la crítica de aquellos que viven en el lugar donde se extrae este recurso. Los pueblos indígenas de Sudamérica no solo están luchando por la preservación de sus territorios, sino por su derecho a decidir sobre su propio futuro, sin la imposición de intereses externos.
La primera Cumbre Intercultural Andina de Comunidades Afectadas por la Minería de Litio marca un hito en la articulación de luchas regionales por la justicia social y ambiental. Un futuro más sostenible, en el que los derechos humanos sean respetados y los ecosistemas protegidos, es posible si se escucha y se actúa conforme a las demandas de quienes han sido los guardianes de estos territorios por siglos.
Es hora de que gobiernos y empresas reconozcan la urgencia de este reclamo. No se puede seguir priorizando la explotación de recursos por encima de la vida, la cultura y el futuro de los pueblos originarios. La minería debe tener límites: los de la justicia, el respeto y la sostenibilidad.
Declaración final:
Exigen consulta previa vinculante y respeto por los protocolos comunitarios.
Rechazan una transición energética que cause despojo y contaminación.
Afirman su unidad como pueblos andinos para proteger la Pachamama.
"Para nuestros pueblos, el agua vale más que el litio."




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