La lana de guanacos: ¿El oro de la Patagonia?

La nueva joya natural de Argentina que Europa empieza a valorar

27/01/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
guana

La Patagonia argentina guarda muchos tesoros, pero hay uno que, si bien lleva tiempo siendo reconocido, está empezando a brillar con más fuerza en los mercados internacionales: la lana de guanaco. Este camélido originario de la región, conocido por su resistencia y elegancia, produce una fibra tan fina y exclusiva que está siendo comparada con el "oro" de la Patagonia. Con un grosor de entre 13 y 15 micrones, la lana de guanaco rivaliza en finura con la de la vicuña, una de las fibras más preciadas del mundo, pero aún le falta un empuje más grande para que sea reconocida a nivel global.

De la protección a la producción

Aunque la historia del guanaco y su relación con los seres humanos es antigua, en los últimos años ha cobrado una nueva relevancia. En 2012 se dio inicio al primer plan de manejo del guanaco en la provincia de Santa Cruz, y desde 2015 se aprobó una normativa que promueve su conservación y aprovechamiento sustentable. A pesar de los esfuerzos, en más de diez años solo se han logrado algunos avances, con pocos emprendimientos que se hayan lanzado a comercializar la lana de guanaco.

Sin embargo, en septiembre de 2024, el gobierno nacional emitió la Disposición Nº 812/2024, un paso crucial que abre la puerta para que las provincias patagónicas implementen sus propios planes de manejo para este camélido. El objetivo principal es garantizar la conservación de las poblaciones, compatibilizarlas con la actividad ganadera sustentable y, lo más importante, convertir al guanaco en un recurso de valor económico para las regiones productoras.

Un recurso valioso con futuro

La provincia de Santa Cruz alberga más del 50% de la población mundial de guanacos, que sigue creciendo a un ritmo acelerado. Estimaciones actuales indican que hay unos 3 millones de estos animales recorriendo los paisajes patagónicos, lo que abre grandes posibilidades para el aprovechamiento sostenible de su lana. Sin embargo, no todos los proyectos están al mismo nivel. En Chubut, por ejemplo, un equipo de investigadores del Conicet trabaja en un modelo de manejo que prioriza tanto la preservación del guanaco como el aprovechamiento de su fibra, haciendo énfasis en su valor como una fibra ética y sostenible.

Uno de los ejemplos más notables es el proyecto que comenzó en 2016 en la Península Valdés, donde productores locales comenzaron a recolectar la lana del guanaco con el respaldo de sellos como Wildlife Friendly, que garantizan que la producción es respetuosa con el medio ambiente y el bienestar animal. En 2019, la diseñadora argentina María Abdala Zolezzi, conocida como Maydi, compró una significativa cantidad de lana de guanaco y presentó una colección en París, logrando que la fibra patagónica llegara a la pasarela internacional.

El “oro de la Patagonia”

El presidente de la FIAS (Federación Internacional de Agricultura Sostenible), Enrique Jamienson, comenta que muchos productores locales ya han aprendido a manejar el guanaco y están descubriendo el potencial de su lana. Sin embargo, aún queda mucho por hacer en términos de promoción y visibilidad del producto. En este sentido, el gobernador Gregores, en el centro de Santa Cruz, se ha convertido en un epicentro de la promoción de la especie, gracias a la Fiesta Provincial del Guanaco que se celebra cada marzo, donde se destacan los productos derivados de este animal.

En esta fiesta, Enzo Batistelli, un reconocido hilandero de la provincia de Buenos Aires especializado en lanas y fibras especiales, resumió el impacto económico de la lana de guanaco con una sola frase: “Es el oro de la Patagonia”. Esta comparación con las fibras más valiosas del mundo, como la de la vicuña, no es gratuita. De hecho, la fibra del guanaco se encuentra en el segundo lugar en valor mundial, solo detrás de la vicuña, lo que la convierte en un material de lujo.

La mirada de Europa

A pesar de que la producción de lana de guanaco aún es incipiente en Argentina, la mirada del mercado internacional, especialmente de Europa, ya está puesta en ella. La creciente demanda por productos naturales, éticos y sostenibles abre un nicho de mercado interesante para esta fibra única. Si bien el camino de la lana de guanaco para convertirse en un producto masivo es largo, la clave estará en seguir promoviendo su calidad, respetando su proceso de producción sustentable y apostando por una estrategia que involucre tanto a productores locales como a diseñadores y marcas internacionales.

En definitiva, la lana de guanaco podría ser la próxima gran historia de éxito de la Patagonia, un recurso natural que no solo beneficia a las economías regionales, sino que también contribuye a la conservación de esta emblemática especie y de los ecosistemas patagónicos. Un verdadero oro de la Patagonia que, a medida que se siga trabajando en su desarrollo y promoción, podría brillar aún más en los mercados del futuro.

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