La energía solar avanza en Argentina: ¿Qué implica el crecimiento de la generación distribuida?

ENERGÍA28/01/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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En el último año, la energía solar ha dado un paso gigante en Argentina. Con un aumento del 54,5% en la cantidad de usuarios que optaron por generar su propia electricidad mediante sistemas fotovoltaicos, se está consolidando una nueva forma de generar energía en el país. Este sistema de generación distribuida permite a los usuarios inyectar energía a la red eléctrica durante las horas de sol y consumirla cuando cae la noche. Sin embargo, a pesar de su rápido crecimiento, aún quedan varios desafíos regulatorios por resolver, entre ellos, el costo del uso de la red.

Un salto de potencia

Hasta el cierre de 2024, en la provincia había 102 usuarios registrados oficialmente como generadores distribuidos, una cifra que representa un crecimiento notable desde los 66 usuarios de 2023 y los 21 de 2022. Lo más interesante de este aumento es que no solo creció la cantidad de usuarios, sino que la potencia instalada —la cantidad de energía que estos usuarios pueden generar— aumentó en un impresionante 129,5%. Esto muestra que, en su mayoría, fueron pymes y comercios quienes adoptaron la tecnología con instalaciones de mayor capacidad, mientras que los hogares, que generalmente instalan menos de 10 kW, siguen avanzando a un ritmo más lento.

A pesar del creciente interés, la posibilidad de acceder a la energía solar sigue estando limitada por ciertos factores, como los costos asociados al uso de la red eléctrica. Los usuarios de generación distribuida deben pagar el llamado Valor Agregado de Distribución (VAD), una tarifa que se cobra por el uso de la infraestructura de distribución. Este punto se convirtió en una cuestión central en las audiencias quinquenales organizadas por el Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE), donde se están debatiendo posibles cambios en la normativa.

El VAD: ¿Una barrera para los pequeños usuarios?

El VAD es uno de los temas más controvertidos cuando se habla de generación distribuida. Si bien esta tarifa está pensada para cubrir los costos de la red, muchos actores del sector privado, como la Cámara de Energías Renovables en formación, consideran que su aplicación en los hogares genera una inequidad: quienes tienen paneles solares terminan pagando lo mismo que los que no. En consecuencia, muchas pequeñas empresas locales no pueden acceder a la instalación de estos sistemas debido a este costo adicional, lo que favorece a los grandes jugadores del sector, tanto locales como foráneos.

José María Ginestar, director de Recursos Energéticos, señaló que el debate sobre el VAD sigue abierto. Durante este año, en las audiencias quinquenales, se estudiará la posibilidad de modificar el cobro de acuerdo con la ubicación geográfica. En zonas más alejadas de las grandes ciudades, donde la energía solar puede mejorar la calidad de la red, el VAD podría reducirse o incluso eliminarse. En cambio, en áreas urbanas, donde la integración de energía solar genera "ruido" en la red, se podría establecer un costo adicional.

Otras opciones para generar energía

Además del sistema de generación distribuida, existen otras formas de aprovechar la energía solar. El sistema off-grid es uno de ellos. Este sistema se basa en baterías que almacenan la energía generada durante el día para ser utilizada durante la noche, sin necesidad de conectarse a la red. Los usuarios que optan por este sistema no deben pagar el VAD, lo que lo convierte en una opción atractiva para aquellos que desean independizarse completamente del sistema eléctrico.

Por otro lado, existen los grandes generadores de energía, aquellos que instalan parques solares con el fin de vender su producción al sistema mayorista. Este tipo de proyectos no requiere de una conexión directa con la red de distribución, ya que producen y venden la energía que generan a través del mercado mayorista.

Un futuro prometedor

A pesar de los desafíos regulatorios, la energía solar tiene un futuro prometedor en Argentina. El aumento en la cantidad de usuarios que eligen generar su propia electricidad es una muestra clara de que el sector está evolucionando. La generación distribuida no solo contribuye al cuidado del medio ambiente al reducir la huella de carbono, sino que también ofrece a los usuarios una mayor autonomía energética.

El próximo paso será encontrar un equilibrio entre los costos asociados al uso de la red y los incentivos para fomentar la instalación de paneles solares. El debate sobre el VAD será clave en este proceso, ya que podría determinar cómo se distribuyen los beneficios de la generación de energía solar en el país.

En resumen, la transición hacia una matriz energética más sostenible sigue avanzando, y la energía solar se posiciona como una de las alternativas más viables para el futuro de Argentina. Sin embargo, los desafíos regulatorios deberán resolverse para que este crecimiento sea más inclusivo y accesible para todos los usuarios. La energía solar no solo es una oportunidad para la sostenibilidad ambiental, sino también para la democratización de la energía en el país.

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