Alerta por contaminación del Río de la Plata: crecen las denuncias y llega el reclamo a la Legislatura bonaerense

Preocupación ambiental y sanitaria por vertidos cloacales en uno de los ríos más importantes del país. Piden informes y acciones urgentes.

ACTUALIDAD02/07/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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Laboratorio de Ciencias de la Tierra y Análisis de Imágenes, Centro Espacial Johnson de la NASA - eol.jsc.nasa.gov

La creciente preocupación por la contaminación del Río de la Plata volvió a encender las alarmas, luego de que se hicieran públicas denuncias por presuntos vuelcos cloacales ilegales en sus aguas. Vecinos, organizaciones ambientales y especialistas vienen advirtiendo hace años sobre el deterioro ambiental en la zona, pero esta vez, la gravedad de las imágenes difundidas logró colar el tema en la agenda política: la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires solicitó formalmente un informe para conocer qué controles se realizan y qué medidas toma el Estado para frenar la contaminación.

Las denuncias apuntan, principalmente, al funcionamiento de la planta de pretratamiento de efluentes operada por Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA). Un informe técnico elaborado por la ONG Nuevo Ambiente asegura que la planta no funciona de manera continua y que su capacidad es insuficiente para tratar el volumen de efluentes que se genera en la región. Como consecuencia, parte de los líquidos cloacales estaría siendo volcado directamente al río, sin ningún tipo de tratamiento previo.

“El riesgo ambiental y sanitario es significativo. No sólo se ve afectada la biodiversidad del ecosistema ribereño, sino también la calidad del agua y, por ende, la salud de miles de personas que viven en las inmediaciones”, advirtió Fernando Monticelli, abogado ambientalista que presentó una denuncia judicial.

El reclamo llegó a la Legislatura

En respuesta a esta situación, el senador provincial Marcelo Leguizamón (PRO) presentó un pedido de informes para que la Provincia de Buenos Aires brinde datos concretos sobre:

  • La existencia de instalaciones clandestinas de descarga.
  • Los controles realizados por los organismos competentes.
  • Las sanciones aplicadas por vuelcos irregulares.
  • Las acciones adoptadas para mitigar el daño ambiental.
  • El impacto en la salud pública de las comunidades cercanas.

El reclamo también busca saber si existe una coordinación efectiva entre el Estado y las empresas prestadoras del servicio de saneamiento, algo que hoy parece estar lejos de concretarse. La falta de infraestructura, el mal mantenimiento y la aparente omisión de controles oficiales agravan una situación que ya lleva años.

El Río de la Plata, bajo presión

La zona costera del Gran La Plata es un ejemplo claro de cómo la expansión urbana sin planificación, combinada con sistemas de saneamiento colapsados, puede convertir a un río vital en un verdadero receptor de desechos cloacales e industriales. Aunque el Río de la Plata es fuente de agua potable para millones de personas, sigue siendo utilizado como un “sumidero” por múltiples actores.

Pero el problema no es exclusivo del Río de la Plata. Argentina enfrenta una crisis estructural en el manejo de sus cursos de agua. Algunos ejemplos:

  • Riachuelo: Uno de los ríos más contaminados de América Latina. A pesar del fallo de la Corte Suprema (2008) que ordenó su saneamiento, el avance ha sido lento y parcial. Hay más de 4 millones de personas expuestas a contaminación directa o indirecta en su cuenca.
  • Río Reconquista: Atraviesa el corazón del conurbano bonaerense y transporta desechos cloacales, industriales y agrícolas. Estudios indican que más del 70% de su caudal está contaminado.
  • Río Uruguay: Ha sido objeto de controversias binacionales por el impacto ambiental de fábricas en su ribera. La falta de controles coordinados sigue generando tensiones con Uruguay.
  • Río Paraná: Aunque es un gigante hídrico, sufre por la actividad industrial, los agrotóxicos de la agricultura intensiva y los vertidos urbanos. Su degradación afecta directamente a las comunidades costeras y a la biodiversidad acuática.

Un llamado urgente a la acción

Frente a este escenario, organizaciones ambientales reclaman una respuesta estructural del Estado: inversiones sostenidas en infraestructura de saneamiento, sistemas de monitoreo permanentes, control y sanción efectiva a quienes contaminan.

También exigen transparencia: que los ciudadanos puedan acceder a información en tiempo real sobre la calidad del agua que consumen o en la que se bañan.

El deterioro ambiental de los ríos no es solo un problema ecológico, sino también una cuestión de justicia social y de salud pública. La protección del agua es una deuda histórica en Argentina. Y es hora de saldarla.

¿Sabías que…?

  • Según datos de la ONU, el 80% de las aguas residuales a nivel mundial se vierten al medioambiente sin tratamiento.
  • En Argentina, más del 40% de la población no tiene acceso a sistemas cloacales adecuados.
  • El agua contaminada causa más muertes que cualquier forma de violencia, incluidas las guerras.

¿Qué podés hacer como ciudadano?

  • Informarte y exigir transparencia a los organismos del Estado.
  • Participar en campañas ambientales o apoyar a ONGs que monitorean la calidad del agua.
  • Denunciar vuelcos ilegales si vivís cerca de un río.
  • Promover hábitos sostenibles para reducir la contaminación desde casa.

Por un país con ríos limpios, biodiversidad protegida y salud para todos. Porque el agua no espera.

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