Los Pocitos: el veneno invisible que contamina tierra, agua… y silencio

16/07/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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Vecinos de Tucumán denuncian contaminación con PCB. Un toxicólogo forense advierte que se trata de un delito contra la salud pública.

En el norte del Gran San Miguel de Tucumán, la localidad de Los Pocitos convive con una amenaza que no se ve, pero se respira, se bebe y se hereda: la contaminación por PCB, una sustancia tóxica, persistente y prohibida que, lejos de ser historia, sigue activa en transformadores eléctricos cercanos a viviendas y escuelas.

Esta semana, el toxicólogo forense Fernando Cardini lo dijo con claridad:

“Esto no es un simple accidente. Es un delito contra la salud pública”.
La advertencia no es nueva, pero adquiere peso con la evidencia científica, ambiental y judicial acumulada. Los bifenilos policlorados (PCB) son compuestos químicos que durante décadas se usaron en transformadores por su resistencia al calor. Hoy están prohibidos por la Ley Nacional 25.670, pero en Los Pocitos siguen presentes, activos y sin control.

Contaminación silenciosa, efectos devastadores
Los PCB no se degradan. Se filtran en el aire, el agua, la tierra y se acumulan en el cuerpo humano. Cardini alerta que sus efectos son a largo plazo: problemas hepáticos, daños neurológicos, cáncer y alteraciones genéticas. Lo más alarmante:

“La intoxicación puede heredarse. Afecta incluso a los bebés por nacer”.
Lejos de tratarse de un episodio aislado, el especialista enfatizó que la verdadera gravedad es la falta de respuesta del Estado. Tras los derrames o fallas en equipos, no se realizaron los protocolos mínimos: ni análisis de napas, ni estudios médicos poblacionales, ni reemplazo de equipos contaminantes.

“El problema ya no es técnico. Es jurídico. Es penal. Estamos frente a una omisión del deber de cuidado”, sentenció Cardini, quien además denunció que no se realizaron monitoreos mensuales como exige la ley, ni se cumplieron los procesos de descontaminación en áreas residenciales.

Una deuda sanitaria que se agrava cada día
Los vecinos de Los Pocitos no bajan los brazos, pero sienten que viven en un estado de abandono institucional. Las advertencias médicas, los informes ambientales y las presentaciones judiciales se acumulan… mientras la contaminación también lo hace.

“Cada sorbo de agua de una napa con PCB es una dosis de veneno acumulativo”, explicó Cardini, quien remarcó que la solución aún es posible, pero requiere acción urgente:

“Lo que podemos hacer es limitar el daño. Y eso debe hacerse ya. No es una opción. Es una obligación sanitaria”.
En un país donde muchas veces las urgencias se pierden entre expedientes, la salud ambiental de toda una comunidad espera respuestas. Porque el veneno puede ser invisible, pero no es intangible. Y el silencio también contamina.

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