Dos acuerdos globales contra la depredación pesquera ponen freno a la flota china en la “Milla 201”

ACTUALIDAD25/09/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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Este navío está pescando atún, una especie que, comúnmente, se pesca en alta mar. Fotografía de Paul Nicklen, National Geographic Creative

En una semana clave para la gobernanza de los océanos, entraron en vigor dos acuerdos internacionales que podrían cambiar el tablero de la pesca en el Atlántico Sur y, en particular, en la zona conocida como la “Milla 201”, donde opera de manera recurrente la flota extranjera —mayoritariamente china— que depreda los recursos del Mar Argentino.

Por un lado, comenzó a aplicarse el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que limita los subsidios que reciben las flotas de altura por parte de sus Estados de origen. Se trata de un punto central, dado que la supervivencia económica de las grandes flotas extranjeras, en especial la de China con más de 3.000 buques, depende en gran medida de esas ayudas para combustible, logística y pertrechos que permiten operar durante meses sin regresar a puerto.

“Sin subsidios, la presencia y operación de las flotas de pesca a miles de millas náuticas de sus puertos sería inviable en el número actual”, explicó Sergio Almada, coordinador del Equipo Interdisciplinario para el Control de los Espacios Marítimos y sus Recursos (EICEMAR) de la Prefectura Naval Argentina, en diálogo con Revista Puerto.

Desde el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), su director de investigación, Otto Wöhler, destacó que el acuerdo representa “una gran oportunidad para la Argentina”, ya que también restringe los subsidios a flotas que pescan especies sobreexplotadas. Para ello, el país deberá acreditar científicamente cuáles recursos se encuentran en esa situación, entre ellos el calamar illex argentinus, fundamental en la cadena trófica y en las exportaciones pesqueras nacionales.

El Tratado de Alta Mar y la biodiversidad global
El segundo avance fue la entrada en vigor del Tratado Internacional de Alta Mar sobre Biodiversidad más allá de las Jurisdicciones Nacionales (BBNJ, por sus siglas en inglés), tras alcanzar las 60 ratificaciones necesarias. El acuerdo, que complementa la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, comenzará a regir el próximo 17 de enero.

“Es un hito de relevancia para las negociaciones multilaterales relativas a los océanos”, señaló Milko Schvartzman, del Programa de Océanos del Círculo de Políticas Ambientales (CPA). El BBNJ se estructura en cuatro pilares: la creación de áreas marinas protegidas en aguas internacionales, evaluaciones de impacto ambiental, distribución equitativa de beneficios derivados de recursos genéticos marinos y transferencia de tecnología.

La Argentina tuvo un rol protagónico en estas negociaciones durante más de 15 años, consolidando una política de Estado que trascendió a los distintos gobiernos. Ahora resta que el Poder Ejecutivo envíe al Congreso la ley de ratificación.

Depredación en la “Milla 201”
En paralelo, un informe de la Environmental Justice Foundation (EJF) volvió a poner en evidencia la magnitud del problema. El documento y el documental “Luces brillantes, prospectos sombríos” denunciaron cómo la flota de “poteros” —buques especializados en la pesca de calamar que operan de noche con potentes reflectores— extrae de manera masiva al illex argentinus, especie clave para el ecosistema marino y la economía pesquera argentina.

Entre 2019 y 2024, un promedio anual de 343 poteros extranjeros, en su mayoría chinos, operaron en el borde del Mar Argentino, con un incremento del 65% en el esfuerzo pesquero. El 91% de esas embarcaciones llevaba bandera china.

El calamar es el segundo recurso pesquero en importancia económica para el país y sustento de especies comerciales como la merluza y el atún, además de aves y mamíferos marinos. Su sobreexplotación amenaza con un colapso ambiental y social en la región FAO 41, que abarca el Atlántico Sudoccidental frente a la Argentina.

Un punto de inflexión
La combinación del acuerdo de la OMC contra los subsidios y la entrada en vigor del BBNJ abre un escenario prometedor para limitar la presión de la flota extranjera en la “Milla 201”. Sin embargo, expertos advierten que será clave fortalecer los mecanismos de supervisión regional, la cooperación científica y el control laboral en alta mar.

En juego no está solo la sustentabilidad del calamar, sino también la seguridad alimentaria, la economía pesquera argentina y la salud del Atlántico Sur.

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