La mayor red ambiental del mundo, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), instó al Gobierno nacional y al de Río Negro a revertir la flexibilización de la Ley 3308 y detener los proyectos petroleros que amenazan la biodiversidad del Golfo San Matías, uno de los ecosistemas marinos más valiosos del Atlántico Sur.
La resolución fue aprobada durante el Congreso Mundial de la Naturaleza 2025 en Abu Dabi y representa un llamado de atención global hacia la política ambiental argentina. Según la UICN, la modificación de la Ley 3308 en 2022 fue “inconsulta, apresurada y regresiva”, y abrió la puerta a actividades hidrocarburíferas con potencial de causar daños irreversibles.
“Es la confirmación de que nuestra defensa del Golfo San Matías y de Península Valdés tiene validez y fundamento”, señaló Fabricio Di Giacomo, vocero de las comunidades costeras del golfo, que se extiende entre Punta Bermeja (Río Negro) y Punta Norte (Península Valdés, Chubut).
Una advertencia global
El texto de la UICN exhorta a la Argentina y a Río Negro a “derogar toda norma que disminuya el umbral de protección del Golfo San Matías” y a garantizar la conservación de la biodiversidad, cancelando cualquier proyecto que pueda comprometerla.
La organización recordó que la expansión de los combustibles fósiles en los océanos agrava la crisis climática y la pérdida de especies, y que la actividad petrolera en zonas costeras sensibles contradice los compromisos asumidos por el país en el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal, que busca frenar la destrucción de ecosistemas clave antes de 2030.
Los especialistas advierten que la instalación de puertos petroleros y terminales de gas natural licuado (GNL) en el golfo podría alterar irreversiblemente el equilibrio ambiental. “El riesgo es de contaminación crónica del agua y del aire, derrames, y alteraciones en la temperatura y composición del mar. Lo que está en juego es nuestra forma de vida y la salud de todo el litoral patagónico”, aseguró Di Giacomo.
La singularidad del Golfo San Matías
El Golfo San Matías es un ecosistema único en el Atlántico Sur. Su boca de 100 kilómetros entre Punta Bermeja y Península Valdés y sus profundidades de hasta 200 metros generan movimientos circulares del agua que retienen los nutrientes y permiten la reproducción de numerosas especies.
“Cualquier contaminación se dispersa lentamente, lo que significa que un derrame o descarga podría permanecer durante años afectando peces, moluscos y mamíferos marinos”, explicó la bióloga Raquel Perier, especialista en fauna marina y una de las impulsoras de la Ley 3308 original, que prohibía los puertos petroleros en la costa rionegrina.
Para Perier, la modificación de la ley en 2022 fue un retroceso histórico. “No estamos en contra del desarrollo, pero el modelo extractivo que se impulsa prioriza lo económico sobre lo ambiental y social. Defender el Golfo San Matías es defender la memoria y el futuro de nuestras comunidades costeras”, afirmó.
Entre los proyectos más cuestionados se encuentra el oleoducto que uniría Vaca Muerta con Punta Colorada, atravesando más de 400 kilómetros de territorio patagónico, ríos y comunidades originarias, hasta llegar al golfo.
Los golfos norpatagónicos: un sistema vital
Para Roxana Schteinbarg, cofundadora del Instituto de Conservación de Ballenas, la advertencia de la UICN llega en un momento clave. “El Golfo San Matías, junto con los golfos Nuevo y San José, forma un sistema marino esencial para la biodiversidad del Atlántico Sur. Protegerlo es garantizar el futuro de la vida marina y la salud del mar del que todos dependemos”, afirmó.
Schteinbarg destacó que el exhorto internacional abre una oportunidad para reforzar la protección del último gran golfo sin contaminación petrolera en la región. “El único camino posible es detener las obras hidrocarburíferas y avanzar hacia una matriz energética limpia, que no arrase con ecosistemas valiosos como el Golfo San Matías y Península Valdés”, concluyó.

















