Se profundiza la bajante del río Paraná: desde el INA afirman que "el panorama no es optimista"

Así lo sostuvo el ingeniero Juan Borus, responsable del pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA). El especialista aseguró que el fenómeno puede mantenerse hasta el final de la primavera

ACTUALIDAD22/09/2024La Política AmbientalLa Política Ambiental
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Foto: Juan Alfieri

La bajante del río Paraná se profundiza a medida que se acerca el final de este 2024. Desde mayo, el río perdió casi tres metros de altura, de acuerdo a las mediciones que realiza la Prefectura.
 
Asimismo, el pasado martes en el Puerto de Santa Fe el Paraná presentó una altura de 62 centímetros, muy por debajo de la media esperada para esta época del año.

Según el ingeniero Juan Borus, responsable del pronóstico hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), la crisis hídrica que atraviesa el Paraná es el resultado de la sequía y la escasez de lluvias que caracterizan a la región en el último tiempo.

"En el litoral y la provincia de Santa Fe el panorama no es optimista", aseguró Borus en diálogo con UNO 106.3. Al respecto, sostuvo: "El déficit hídrico en los suelos se va incrementando y no hay una predicción de lluvias en el corto o mediano plazo que permitan esperar una mejora".

La bajada del Paraná: el síntoma dentro de un ciclo
El ingeniero explicó que la situación que atraviesa el río Paraná no se relaciona con las anomalías térmicas del pacífico, conocidas como la Niña y el Niño, sino que se circunscribe en un proceso de larga data que inició 5 años atrás.

"Estamos viviendo un escenario largo que se enmarca en un ciclo que comenzó en la última parte del 2019. Hay que considerar que todo esto es continuación de aquello sucedido en los años 2020, 2021 y 2022; especialmente en 2021, que fue extremadamente crítico", detalló.

Al respecto, el especialista remarcó que este largo proceso se caracteriza por la escasez de precipitaciones y una gran dificultad para fijar un horizonte lejano de pronóstico, debido a la presencia de una gran variabilidad climática.

En tal sentido, afirmó: "Tenemos que acostumbrarnos a que tenemos una limitación grande en la capacidad de previsión de la evolución del clima más allá de los tres meses. A veces ni siquiera llegamos a los tres meses".

El representante del INA aclaró que "en principio en lo que hace al tramo argentino-paraguayo del río Paraná soy más optimista de lo que puedo serlo con respecto al tramo a los ríos provinciales". Para Borus, esto se debe a que la situación del litoral es más grave.

La situación del litoral argentino
El ingeniero aseguró que, además de la dificultad que significa el déficit hídrico de los suelos que produce la sequía, en el litoral argentino se complica el crecimiento de los ríos provinciales debido a que "el aporte en ruta — del caudal de agua — desde corrientes para abajo y en todo el litoral santafecino y entrerriano, en los últimos meses, ha sido escaso o nulo".

"En algún momento alguna lluvia que se dio sobre Santa Fe o Paraná, permitió una recuperación pero fue absolutamente rápida, fugaz y acotadisima. Por lo tanto que los ríos provinciales estén en una condición tan ínfima complica la vida del Paraná mismo y agudiza los impactos", puntualizó.

La necesidad de que se normalice la frecuencia de eventos climáticos
Respecto a qué se espera que suceda para que mejore la situación, Borus explicó que no se trata de esperar una "lluvia salvadora que resuelva todo en 24 horas". Por el contrario, especificó que se necesita que se normalice la frecuencia de eventos climáticos sobre la región.

"De esa manera las lluvias van a recuperar gradualmente el tenor hídrico de los suelos y después de ahí mejorar la condición de los ríos. Creo que toda la primavera podría encontrarnos con una situación crítica de escasez de lluvias sin una mejora sensible", concretó el especialista del INA.

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