Una nueva mortandad de peces volvió a encender las alarmas en el Bajo Giuliani, en Santa Rosa, donde vecinos detectaron la presencia de numerosos ejemplares de pejerrey sin vida. El fenómeno, reiterado en la zona año tras año, se atribuye a las altas temperaturas de los últimos días y a la consecuente disminución de oxígeno disuelto en el agua.
Tras el aviso de los habitantes del lugar, equipos de la Subsecretaría de Ambiente, la Municipalidad de Santa Rosa y la Municipalidad de Toay confirmaron el episodio y anunciaron un relevamiento en el marco del programa de Monitoreo de la Cuenca Hídrica Don Tomás, Bajo Giuliani y Áreas de Conexiones Hídricas. El objetivo es evaluar el estado actual del sistema acuático y determinar la magnitud del impacto.
Temperaturas extremas y anoxia: una dinámica que se repite
Las autoridades explicaron que la mortandad está directamente vinculada a la combinación de calor extremo y baja concentración de oxígeno en el agua, un proceso crítico para la fauna acuática. La falta de oxígeno —anoxia— genera condiciones letales para los peces, especialmente para especies sensibles como el pejerrey.
En relevamientos realizados en años anteriores, se habían medido niveles de oxígeno por debajo de 5 mg/l en dos de los seis puntos monitoreados en el Bajo Giuliani. Ese valor constituye el umbral mínimo para la vida acuática: por debajo de ese nivel, los organismos no pueden sostener su metabolismo y comienzan los eventos de mortandad.
Un problema estacional que exige seguimiento
Los especialistas señalan que este tipo de episodios se repite con mayor frecuencia en verano, cuando las altas temperaturas reducen la solubilidad del oxígeno en el agua y aceleran procesos biológicos que consumen aún más oxígeno. En cuerpos de agua someros y con escaso recambio, como el Bajo Giuliani, la situación se vuelve especialmente crítica.
Mientras se esperan los resultados del nuevo monitoreo, desde las áreas ambientales remarcan la importancia de continuar con los relevamientos sistemáticos para anticipar episodios de anoxia y aplicar medidas preventivas. Para los vecinos de Santa Rosa, la escena de peces muertos vuelve a marcar la necesidad de una gestión más activa frente a los efectos del calor extremo y el estrés hídrico sobre los ecosistemas locales.















