Áreas naturales protegidas y boom de los commodities en América Latina
CONCIENCIA AMBIENTAL28/11/2022 Lucas FigueroaLeé la nota original acá
En 1992, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó el Convenio de Diversidad Biológica con el objetivo de proteger diferentes ecosistemas amenazados por las actividades antrópicas. En la actualidad, 196 países han firmado el Convenio de los cuales todos, con excepción de Estados Unidos, lo han ratificado[1]. A su vez, en la Conferencia de las Partes (COP) del año 2010 realizada en la ciudad de Aichi (Japón), los países miembros establecieron una serie de metas (denominadas Metas Aichi) para avanzar con la protección de los ecosistemas y su biodiversidad. Entre ellas, la Meta N°11 es relevante porque establece que todos los países deben proteger el 17% de su superficie terrestre y el 10% de su superficie marina para el año 2020.
Entre los países firmantes, los ubicados en América Latina son importantes dado que en esta región se concentra, entre otras cosas, el 60% de la biodiversidad mundial (PNUMA, 2012) y el 50% de los bosques primarios en el mundo (FAO, 2010). Sin embargo, desde comienzos de los 2000, esta región evidenció el boom de los commodities. Este fue un proceso en el que los precios internacionales de las materias primas aumentaron exponencialmente, generando condiciones beneficiosas para la economía de los países (Richardson 2009). Sin embargo, el aumento de los precios de las materias primas (minerales, hidrocarburos, agropecuarios y silvícolas) produjo un avance sobre distintos ecosistemas (zonas montañosas, bosques, humedales, entre otros) que amenazaron su sostenibilidad. Este avance tuvo efectos negativos directos e indirectos. Por una parte, la pérdida de los servicios ecosistémicos afectó a las poblaciones que habitan dichos ecosistemas (i.e. comunidades indígenas), los cuales han perdido algunos elementos indispensables para su supervivencia (Vélez et al. 2020). Por otra parte, la destrucción y degradación de los ecosistemas contribuyeron a expandir aún más el cambio climático.
En resumen, el avance de la producción de las materias primas producto del boom de commodities significó un desafío para el cumplimiento del Convenio de Diversidad Biológica en general y de la Meta Aichi N°11 en particular. Por ello, este artículo se propone como objetivo indagar el alcance que tuvo este Convenio en América Latina en un contexto a priori negativo para el avance de la protección ambiental.
Este artículo se divide en tres partes. La primera analiza el boom de commodities para los países de la región. La segunda evalúa el avance del cumplimiento de la Meta Aichi N°11 referida al Convenio de Diversidad Biológica. La última presenta un cierre con algunas conclusiones del análisis realizado.
Boom de commodities en América Latina
A comienzos de los 2000, impulsado, en gran parte, por la inserción de China e India en el mercado mundial, América Latina experimentó un boom de commodities. En ese entonces, los precios internacionales de diferentes materias primas (i.e. minerales, hidrocarburos, agropecuarios, entre otros) aumentaron sostenidamente (Gráfico N°1). Como era de esperar, desde ese momento, los países latinoamericanos buscaron aprovechar la oportunidad económica y, como resultado, incrementaron las exportaciones vinculadas con estos productos (Gráfico N°2).
Gráfico N°1: Evolución de los precios internacionales de las materias primas entre 1970-2015
Fuente: Ocampo (2017)
Gráfico N°2: Tipo de exportaciones en América Latina entre 1981-2013
Fuente: Ocampo (2017)
Al mismo tiempo en que los países mencionados incrementaron sus ingresos e inversiones, se intensificó la extracción de recursos naturales, dando origen a procesos de degradación ambiental que afectaron la sostenibilidad de distintos ecosistemas y su biodiversidad (De Castro, Hogenboom, y Baud 2016). A su vez, este proceso tuvo dos efectos negativos. El primero, como muestran diferentes trabajos, se evidenció un aumento de los conflictos socioambientales, en los que los afectados buscaron evitar el avance de las actividades productivas (Martínez-Alier y Walter 2016; Figueroa 2022). El segundo fue la reducción de incentivos por parte de los actores estatales para aumentar los estándares institucionales que promovieran la protección ambiental. De hecho, en algunos casos (i.e. Brasil), los países latinoamericanos redujeron los estándares ambientales para promover la expansión de la frontera productiva (Medeiros y Gomes 2019).
Por lo tanto, el aumento de precios de las materias primas representó un momento complejo para la expansión de instituciones que buscasen promover la protección ambiental. Considerando este contexto, en el apartado siguiente se analiza el alcance que tuvo la Meta Aichi N°11 del Convenio de Diversidad Biológica en los países latinoamericanos.
Variación en la aplicación del Convenio de Diversidad Biológica
Pese al contexto, a priori, negativo para la creación de áreas naturales protegidas, en términos generales, los países de la región superaron el umbral establecido en la Meta Aichi N°11, ya que el 22% del territorio terrestre se encuentra protegido (aproximadamente 4 millones de km²) (RedParques, 2018). No obstante, al desagregar ese porcentaje entre los países de la región se encuentran diferencias importantes. Al respecto, el Gráfico N°3 presenta el porcentaje terrestre protegido por país para el año 2018.
Gráfico N°3: Cobertura de áreas protegidas en zonas terrestres en América Latina para el año 2018
Fuente: RedParques (2018)
Con respecto a estos datos, es posible agrupar a los distintos países entre los que excedieron la Meta Aichi N°11 (por encima del 20%), los que la cumplieron (entre el 17% y el 19%) y los que están por debajo de los estándares establecidos (por debajo del 17%). El primer grupo está compuesto por casi el 50% de los países (10 países), entre ellos: Venezuela (54%), Guyana Francesa (53%), Nicaragua (37%), Bolivia (31%), Costa Rica (25%), El Salvador (25%), República Dominicana (23%), Honduras (22%), Chile (20%) y Ecuador (20%). El segundo grupo está compuesto por cuatro países: Panamá (19%), Brasil (18%), Cuba (18%) y Perú (17%). El último grupo está compuesto por siete países que no lograron cumplir con el piso mínimo establecido en la Meta Aichi N°11: Colombia (16%), Surinam (15%), México (13%), Guyana (8%), Argentina (8%), Paraguay (6%) y Uruguay (1%).
Análisis y conclusiones
Los datos permiten analizar, al menos, dos aspectos relevantes. En primer lugar, el 70% de los países analizados superaron el objetivo establecido en la Meta Aichi N°11 del Convenio de Diversidad Biológica. Este elemento es destacable considerando el contexto regional de boom de commodities. No obstante, resulta interesante estudiar, para cada uno de los países, la ubicación de las áreas protegidas, de modo de observar si se establecieron en lugares que obstaculizaron la expansión de la frontera productiva en función de proteger los distintos ecosistemas o, por el contrario, se establecieron en zonas de baja relevancia ambiental. En este último caso, podría suponer que los países latinoamericanos aumentan la protección ambiental con el objetivo de cumplir con una agenda ambiental, pero sin obstaculizar la producción de commodities que generan ingresos económicos sumamente relevantes.
En segundo lugar, solo 7 países no cumplieron la meta establecida y de estos, solamente, Argentina, Guyana, Paraguay y Uruguay no alcanzaron el 10% protegido. De ese modo, sería interesante analizar cuáles son las causas que están bloqueando el avance de las áreas protegidas en esos países. Esto permitiría identificar obstáculos estructurales, institucionales o de poder de ciertos actores para el aumento de la protección ambiental de distintos ecosistemas amenazados.
En resumen, este artículo buscó indagar cuál ha sido el alcance que tuvo la aplicación de la Meta Aichi N°11 del Convenio de Diversidad Biológica en el marco de un contexto, a priori, negativo para la expansión de áreas protegidas. Se mostró que, pese a ese escenario, la gran mayoría de los países latinoamericanos superaron los estándares establecidos, lo que muestra, al menos, que es posible aumentar la protección ambiental, aun en escenarios contrapuestos. De ese modo, con el objetivo de cumplir con las instituciones internacionales que buscan aumentar la protección ambiental, resultaría esperable que los países latinoamericanos continúen incrementando sus áreas protegidas y que los países que no alcanzaron a cumplir la Meta Aichi N°11, lo hagan en el corto plazo.
Fuente: AAP EPyG UNSAM
Bibliografía
De Castro, Fabio, Barbara Hogenboom, y Michiel Baud, eds. 2016. Environmental Governance in Latin America. Houndmills, Basingstoke, Hampshire: Palgrave Macmillan.
Figueroa, Lucas Martín. 2022. «Conflictos ambientales en torno a la Ley de Bosques Nativos en dos provincias argentinas Aportes desde una perspectiva de coaliciones» En Los conflictos ambientales en América Latina III Reflexiones sobre casos de estudio en la Argentina, Brasil, Colombia y México, deCarlos Alberto Ruggerio, Patricio Bruno Besana, Jaime Paneque-Gálvez y Francisco Martín Suárez (eds.), 165:190. Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento; México: Universidad Nacional Autónoma de México.
Martínez-Alier, Joan, y Mariana Walter. 2016. «Social Metabolism and Conflicts over Extractivism». En Environmental Governance in Latin America, de Fabio de Castro, Barbara Hogenboom, y Michiel Baud, 58-85. London: Palgrave Macmillan.
Medeiros, Estela Alves de, y Ricardo Corrêa Gomes. 2019. «Coalizões de advocacia e estratégias de negociação na revisão do Código Florestal». Revista de Administração Pública 53 (1): 1-22. https://doi.org/10.1590/0034-7612173987.
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REDPARQUES, Pronatura México (2018). Progreso de cumplimiento de la 11 de Aichi en los países de la Redparques: resultados y perspectivas al 2020. CDB, Proyecto IAPA, Unión Europea, WWF, FAO, UICN, ONU Medio Ambiente. Bogotá, Colombia.
Richardson, Neal P. 2009. «Export-Oriented Populism: Commodities and Coalitions in Argentina». Studies in Comparative International Development 44 (3): 228. https://doi.org/10.1007/s12116-008-9037-5.
Vélez, Maria Alejandra, Juan Robalino, Juan Camilo Cardenas, Andrea Paz, y Eduardo Pacay. 2020. «Is Collective Titling Enough to Protect Forests? Evidence from Afro-Descendant Communities in the Colombian Pacific Region». World Development 128 (abril): 104837. https://doi.org/10.1016/j.worlddev.2019.104837.
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