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Posible imputación por contaminación de residuos de fracking

ACTUALIDAD17/11/2023La Política AmbientalLa Política Ambiental
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La fiscalía pidió a Héctor Basilotta y Juan Manuel Luis que designen a sus abogados defensores. En el predio todavía hay montañas de tierra contaminada. El cerco perimetral se deterioró y la basura quedó completamente accesible.
La Fiscalía de Delitos Ambientales notificó a los responsables de la empresa Comarsa para que designen a sus abogados defensores. Se trata de un procedimiento previo a efectuarse alguna posible acusación. El fiscal jefe, Maximiliano Breide Obeid, confirmó a Minuto Neuquén que la fiscalía pretende avanzar hacia una posible formulación de cargos contra el gerente de Comarsa, Héctor Basilotta, y Juan Manuel Luis, el fundador de la empresa que administra el basural petrolero por contaminación de residuos peligrosos y poner en riesgo la salud pública.
La fiscalía inició una investigación tras la denuncia de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas en el año 2020. La organización fundamentó que los responsables permitieron escalar “a niveles monumentales” el acopio de barros con hidrocarburos, aguas residuales y químicos. Breide Obeid explicó que Comarsa no tenía capacidad física para tratar la cantidad de basura contaminada que recibieron.
El representante del Ministerio Público Fiscal detalló que ante la imposibilidad de quemar los restos en los hornos, se planificó un proceso de biorremediación que consiste en la formación de hileras de tierra contaminada en forma piramidal, con químicos para llevar a cabo el proceso.

Basura contaminada con contención
La basura de Vaca Muerta es más accesible que nunca en la meseta de Neuquén. El cerco de hormigón prefabricado que delimita el predio de Comarsa no ha podido contener las enormes montañas de tierra contaminada con restos de elementos descartados de la extracción petrolera.
Las placas grises cedieron ante la presión de la tierra y cayeron al suelo. Allí, quedaron una serie de huecos que muestran la espectacular degradación ambiental, sin ningún tipo de condicionamiento. La situación se repite metro a metro, a lo largo y ancho de todo el perímetro donde se encuentran las montañas más altas de material contaminado.
Donde se produjeron los extensos orificios en la pared, no hay impedimentos que puedan separar el material acumulado y la estepa natural que rodea el predio situado en el Parque Industrial. A pocos metros del paredón degradado, se encuentra la Toma 7 de Mayo y, a unas pocas cuadras del lugar, unas máquinas preparan el terreno para una futura urbanización sobre la calle Casimiro Gómez.
Minuto Neuquén recorrió el lugar que aparenta estar en una situación de abandono, pese a que en el ingreso del predio hay personal presente. Sin embargo, en el patio trasero es muy fácil poder ingresar a las montañas que superan los dos metros de largo.
El olor que emana de la tierra mezclada con restos de polietileno es insoportable. Rápidamente penetra por las fosas nasales, como cuando utilizamos algún tipo de solvente. También es instantáneo el ardor en los ojos, pese a permanecer allí por unos pocos minutos.
Además del cerco perimetral, hay una ordenanza municipal (12912) que estableció la obligación de forestar una franja envolvente de 300 metros de ancho alrededor del predio, con riego por goteo, para amortiguar las emisiones.  

Un historial de irregularidades
El Observatorio Petrolero Sur, junto a otras organizaciones, elaboraron un informe denominado: “Comarsa: contaminación, impunidad y connivencia estatal en el basurero petrolero más grande de la Patagonia”. Allí se detalló una serie de irregularidades que se cometieron, desde que  el predio comenzó a funcionar.   
El informe de Opsur mencionó el decreto que firmó el Ejecutivo provincial, en noviembre de 2015, en donde se establece que estas instalaciones deben radicarse a una distancia mínima de ocho kilómetros de zonas urbanizadas y a cinco kilómetros de asentamientos poblacionales.  
También dispuso un plazo de dos años para que las plantas regularicen su situación: cierre, remediación y traslado. Además, determinó que el residuo no debe estar más de 90 días en las plantas tratadoras.
En Agosto de 2016, Comarsa presentó un plan de cierre de la planta. Se desarmaron las piletas y trasladaron los hornos a la planta de Añelo. Sin embargo, la empresa informó que en el predio todavía se alojan 220 mil metros cúbicos de residuos peligrosos y anunció que solicitará una extensión del plazo de cierre que vence en diciembre de 2022.  
Opsur argumentó que el plan de reducción de volumen de materia por bioremediación “es muy poco efectiva” para la zona porque el tratamiento con compuestos orgánicos está limitado a las condiciones climáticas de la región.   
En abril de 2021, la empresa reconoció ante la Comisión de Ecología del Concejo Deliberante de Neuquén que no podrá concluir sus tareas en diciembre de 2022 como estaba establecido, ni tampoco durante el año 2023

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