

Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden de uno de los análisis más exhaustivos hasta la fecha de las cuencas y subcuencas del globo, unos ecosistemas que albergan buena parte del agua de los ríos. Ya en 2010 se estimaba que había unas 984 regiones con escasez de agua. Ahora, apenas una década y media más tarde, esta cifra se ha incrementado exponencialmente hasta alcanzar las 2.500 zonas afectadas en la actualidad. Los análisis sugieren que, de seguir así, para 2050 podría haber más de 3.000 cuencas con alto riesgo de sufrir una escasez hídrica. Esto equivaldría a secar un área de más de 40 millones de kilómetros cuadrados. Según estiman los expertos, este fenómeno podría poner en riesgo a unas 3.000 millones de personas.
Los estudios más exhaustivos realizados hasta la fecha, como el elaborado por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), apuntan a que el avance de la crisis climática podría, por un lado, reducir sustancialmente las precipitaciones y, por el otro, aumentar las temperaturas globales. Esta combinación de factores ya amenaza con reducir los recursos hídricos disponibles en varias regiones del globo. Sobre todo, tal y como apunta este análisis, en las cuencas del sur de China. Europa central, América del Norte y África. España, y más concretamente toda la vertiente mediterránea de la Península Ibérica, también destacan entre las zonas más afectadas por este fenómeno. Pero eso no es todo.
Polución de las aguas
Los expertos alertan de que, más allá de los efectos de la crisis climática, la contaminación amenaza con agravar aún más la escasez de agua potable en miles de regiones del planeta. Preocupa, sobre todo, el caso de la polución por nitratos. Este tipo de polución está relacionada, por un lado, con las filtraciones de los vertederos urbanos y, por el otro, de los fertilizantes utilizados en la agricultura y los residuos de la ganadería. "La filtración de estas sustancias contaminantes en las cuencas fluviales limita aún más la presencia de agua potable en estas regiones", afirman los investigadores que han liderado este análisis.
En este sentido, los científicos reclaman medidas para intentar frenar estas filtraciones contaminantes. Aunque se trata de algo especialmente complejo, ya que "los nitratos pueden provenir de muchos lugares a la vez y son más difíciles de controlar". Asimismo, en vista de estas proyecciones, los expertos reclaman a los responsables políticos que pongan en marcha medidas para garantizar la calidad de las aguas en sus planes a corto, medio y largo plazo. "Las futuras políticas de gestión del agua deberán tener en cuenta una posible escasez, pero también la necesidad de sanear las aguas para garantizar su uso seguro", destacan los autores de este análisis que, en la misma línea que otros, llama a la humanidad a prepararse para un futuro marcado por la crisis climática.
Fuente: aimdigital


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