
El río Paraná bajo plástico: un estudio revela alarmantes niveles de contaminación
ACTUALIDAD23/02/2025
León Felipe Alvaredo Von Semasco
Un reciente estudio realizado por el Centro Científico Tecnológico y Educativo Acuario del Río Paraná y la Universidad Nacional de Rosario arrojó un dato preocupante: el 70% de la contaminación en el río Paraná está compuesta por plásticos, principalmente provenientes de residuos descartables. Esta situación no solo afecta al ecosistema fluvial, sino que también pone en riesgo la salud humana y la biodiversidad.
La sombra del plástico en el Paraná
El informe revela que la mayor parte de los residuos plásticos presentes en el cauce del río provienen de la industria alimentaria. Clara Mitchell, magister en Ambiente y Desarrollo Sostenible, explicó que esta problemática se ha intensificado en las últimas décadas debido al aumento del consumo de productos descartables. "Hace veinte años, el uso de plástico en la vida diaria era considerablemente menor al de hoy", comentó Mitchell. De hecho, el 95% de los plásticos identificados corresponden a artículos de un solo uso, un factor determinante en la proliferación de microplásticos en la cuenca.
En Rosario, los resultados son particularmente alarmantes: en cada metro de arena de la costa del Paraná se encontraron más de 18.500 partículas plásticas microscópicas. Estos microplásticos, invisibles a simple vista, son fragmentos de plásticos mayores o son producidos específicamente para usos industriales y domésticos.
Residuos urbanos y su impacto en el río
La deficiente gestión de residuos en las zonas urbanas y la acumulación de basura en áreas inundables son algunas de las principales causas de la contaminación del río. Según Mitchell, es fundamental tomar medidas inmediatas, como reducir el uso de plásticos descartables, compostar residuos orgánicos y fortalecer las políticas de reciclaje. "No se trata de eliminar por completo el plástico, sino de cuestionar su uso innecesario", enfatizó.
Amenaza a la biodiversidad y a la salud humana
El impacto ambiental no se limita al agua. Un relevamiento realizado por Mitchell y el investigador Martín Bletter documentó imágenes de aves, peces y mamíferos afectados por el plástico. Entre los principales peligros se encuentran la ingesta accidental, el enredo en desechos flotantes e incluso la utilización de fragmentos plásticos en la construcción de nidos.
En cuanto a la salud humana, estudios recientes han detectado microplásticos en el aire, el agua potable, la sangre e incluso en los pulmones de personas expuestas a ambientes contaminados. Aunque las consecuencias a largo plazo aún se están investigando, la presencia de estos residuos en el organismo representa una señal de alerta para la salud pública.
Un cambio necesario
Frente a este panorama, se vuelve indispensable promover un cambio cultural y político respecto al uso de plásticos. "La solución no es prohibir todo el plástico, sino ser más conscientes de su uso. Es fundamental elegir alternativas reutilizables y exigir políticas públicas que garanticen una correcta gestión de los residuos", concluyó Mitchell.
El río Paraná, fuente de vida y biodiversidad, hoy se enfrenta a un enemigo silencioso y persistente. Es momento de actuar, antes de que el plástico termine por ahogar lo que aún queda de su riqueza natural.


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