La provincia de Santa Cruz inició una fuerte acción contra YPF tras constatar un grave incidente ambiental en la localidad de Cañadón Seco: residuos contaminados con hidrocarburos fueron dispuestos de forma irregular sobre suelo natural sin medidas de contención ni protección, con riesgo cierto para el suelo y las napas subterráneas.
La inspección fue realizada el 4 de octubre por la Secretaría de Fiscalización y Control Ambiental Energético y Minero, bajo la Medida de Inspección y Evaluación N° 24.6256. Los técnicos provinciales detectaron que los residuos no contaban con encapsulado, impermeabilización ni cobertura, tampoco existían identificación ni trazabilidad, y no se había planificado un protocolo de contingencia ante posibles infiltraciones.
Ante ese escenario, el Gobierno provincial intimó formalmente a YPF a:
- Retirar de forma inmediata los residuos contaminados.
- Presentar un informe técnico que precise el origen, tipo y gestión de los materiales.
- Elaborar un plan de remediación ambiental que incluya cronograma, responsables y medidas de contención.
- Aportar documentación y evidencia fotográfica que certifiquen las acciones correctivas.
- Evitar futuras acumulaciones de residuos sin protección y ajustar sus procedimientos a la normativa ambiental santacruceña.
Desde el organismo de control afirmaron que la fiscalización continuará con presencia activa en campo, con el objetivo de asegurar el cumplimiento de la ley, prevenir nuevos impactos y proteger el patrimonio natural provincial.
Preocupación local y reclamos comunitarios
La Comisión de Fomento de Cañadón Seco emitió una carta abierta denunciando que los pasivos petroleros acumulados por años no han sido atendidos. Según sus representantes, los derrames recientes avanzan sobre caminos, terrenos agrícolas y vegetación autóctona, y contienen agua mezclada, lo que multiplica el riesgo de filtración hacia las napas.
Sostienen que tras el retiro parcial de operaciones de YPF, no se implementaron las tareas de saneamiento exigibles, y que la falta de definición de responsables agrava la situación. Reclaman un plan integral urgente de saneamiento de suelos, aguas y áreas afectadas, con transparencia en los informes y participación de la comunidad en el seguimiento.
Contexto petrolero con antecedentes
Cañadón Seco forma parte de la Cuenca del Golfo San Jorge, una región emblemática en la explotación hidrocarburífera patagónica, donde la operación petrolera ha sido central en la vida local durante décadas. La localidad tiene su historia ligada al descubrimiento de petróleo en Santa Cruz y hoy sigue dependiendo en buena medida de la industria energética.
Ya en años anteriores, autoridades municipales habían impuesto sanciones a YPF por acumulaciones de residuos no tratados en predios bajo su responsabilidad, advirtiendo irregularidades que afectaban suelo y ambiente local. También en la provincia hay señalamientos respecto del rol de otras operadoras que heredaron activos en condiciones críticas, lo que alimenta el debate sobre la magnitud del pasivo ambiental en el norte santacruceño.
Lo que está en juego
Este incidente no es aislado: toca temas estructurales del vínculo entre empresas energéticas, el control estatal y las comunidades que habitan territorios con frontera extractiva. La omisión de protocolos básicos de manejo de residuos peligrosos sugiere falencias graves en control, transparencia y responsabilidad ambiental.
Para YPF —y cualquier operadora en lugares sensibles— es imperativo responder con acciones medibles, verificables e inclusivas, que no solo reparen el daño inmediato sino contribuyan a prevenir que se repitan estos episodios. Las decisiones que se tomen en Cañadón Seco pueden sentar precedentes en la relación industria-comunidad en las zonas petroleras de la Patagonia.