14 años después, la megaminería vuelve al debate legislativo en Mendoza

ACTUALIDAD25/11/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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La Legislatura mendocina se prepara para una semana decisiva: este miércoles 26 de noviembre se votará la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto minero San Jorge, 14 años después de haber sido rechazado por abrumadora mayoría. El oficialismo, liderado por Alfredo Cornejo, confía en aprobarlo con mayoría propia, mientras la oposición y movimientos sociales anticipan un fuerte rechazo.

El regreso de San Jorge

El proyecto San Jorge propone la extracción de oro y cobre a gran escala en el valle de Uspallata. En 2011, la iniciativa fue sepultada por la resistencia social y un rechazo legislativo de 44 votos en contra. Hoy, el escenario político y social es distinto, y el oficialismo interpreta los resultados electorales como un respaldo implícito a la megaminería.

Cornejo aseguró en la feria Argentina Mining Cuyo 2025: “Tengo fe en que Mendoza puede hacer minería de la mejor, con estándares ambientales altos y con capacidad de competir en el mundo”. La Dirección de Minería y el secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero, coincidieron en que la aprobación del proyecto consolidaría el desarrollo económico y energético de la provincia.

Protestas y movilización social

Asambleas por el Agua y otros movimientos sociales anunciaron vigilia en la plaza Independencia desde el martes y protestas frente a la Legislatura durante la votación, apelando a la presión de la movilización ciudadana como la de diciembre de 2019. La oposición sostiene que la megaminería podría provocar daños irreversibles al medio ambiente, afectando la biodiversidad, los cursos de agua y el equilibrio del ecosistema de Uspallata.

Impacto sobre el turismo y la vitivinicultura

Expertos y actores locales advierten que la instalación de la megaminería en Uspallata podría afectar directamente al turismo y la producción vitivinícola. La región es parte de corredores turísticos vinculados al enoturismo, trekking, escalada y turismo rural, actividades que podrían verse limitadas por la contaminación de suelos y agua, el aumento de polvo y ruido, y el riesgo de accidentes químicos.

La producción de vinos también corre riesgo. Uspallata y los valles aledaños proveen agua y microclimas que son esenciales para los cultivos vitivinícolas. Cualquier alteración de los cauces, contaminación por químicos o afectación del suelo podría impactar en la calidad y cantidad de uvas, comprometiendo la economía de productores locales y la reputación internacional del vino mendocino.

Dictámenes técnicos y críticas ambientales

La DIA impone exigencias técnicas y ambientales, pero expertos consideran que no alcanzan para garantizar la seguridad del proyecto. La UNCuyo alertó sobre riesgo de drenaje ácido de roca; la Facultad de Ciencias Médicas desaconsejó el uso de ciertos químicos; la Dirección de Hidráulica cuestionó la captación de agua del arroyo El Tigre; OIKOS Ambiental anticipó una reducción del 45% del caudal; y el Conicet denunció deficiencias metodológicas graves en el Estudio de Impacto Ambiental.

El geólogo José María Cortés señaló que los estudios invisibilizan afectaciones a cursos de agua que abastecen a Uspallata y a todo el Gran Mendoza aguas abajo, poniendo en riesgo tanto a la comunidad como a la producción agrícola y turística.

La estrategia oficialista y el marco legal

Para facilitar la aprobación de San Jorge, Cornejo envió junto a la DIA un paquete de leyes que incluye la Ley de Regalías Mineras y la creación del Fondo de Compensación Ambiental, destinado a intervenir en casos de daño ambiental colectivo. La estrategia busca dar un marco institucional al avance de la minería metalífera, asegurando respaldo legal y financiero a la actividad.

Paralelamente, la discusión nacional sobre la Ley de Glaciares se sumó al debate: el gobierno impulsa modificaciones para habilitar la minería en zonas periglaciares, lo que generó alarma entre ambientalistas y científicos. La provincia elaboró un “manual de acción” para proyectos en áreas con presencia de glaciares y reservas hídricas, que tendría fuerza de ley tras la aprobación de la DIA.

Geopolítica y minerales estratégicos

El proyecto San Jorge no solo afecta la política local: forma parte de un tablero geopolítico mayor. Estados Unidos busca asegurar el suministro de minerales críticos para la transición energética. Argentina firmó un Memorándum de Entendimiento en agosto de 2024 para aumentar la oferta de estos recursos. La flexibilización ambiental en Mendoza podría estar vinculada a compromisos estratégicos internacionales.

San Jorge como símbolo de la disputa

El proyecto representa un dilema mayor: desarrollo económico versus conservación ambiental. Su aprobación marcará un precedente sobre cómo se toman decisiones sobre minería metalífera en Argentina, con impactos sobre comunidades locales, producción agrícola, turismo, y la reputación internacional de Mendoza.

Un futuro incierto

Mientras el oficialismo confía en aprobar la DIA y destrabar la megaminería, la sociedad civil, expertos ambientales y productores locales advierten sobre los riesgos: daño irreversible al medio ambiente, afectación del turismo y la vitivinicultura, y posibles conflictos sociales. La votación del miércoles será un hito que definirá no solo el futuro de San Jorge, sino el rumbo de la política minera y ambiental de Mendoza en los próximos años.

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