Catamarca: ¿Una balanza que se empieza a inclinar? Estrategias a un lado y otro de la grieta minera

Región Noroeste 29/10/2022 La Política Ambiental La Política Ambiental
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Mina Capillitas. Gladys tiene 6 causas judiciales por manifestarse pacíficamente. Foto: Susi Maresca

Por Manuel Fontenla (*)

I. La grieta es una realidad innegable en Andalgalá. Sin embargo, que sea innegable no significa que sea inmodificable. Es decir, no es estática, ni fija, ni a-histórica; es una grieta política y social, que se mueve y modifica al compás de los movimientos que cada sector realiza. Los movimientos del gobierno a lo largo de todo este año han pasado por varias estrategias. La utilización de la fuerza policial, la persecución judicial, la indiferencia, el amedrentamiento, el hostigamiento cotidiano a lxs asambleístas, la complicidad con grupos violentos pro-mineros en el acampe que se realiza en minas capillitas en la ruta de ingreso a Agua Rica.
Sobre este último punto, las acciones y declaraciones de la Ministra de Seguridad respecto al conflicto que se repite cada 15 días, tuvieron el mismo derrotero que las acciones de casi todos los ministros oficialistas: la nada misma. Y, finalmente, la última estrategia, para nada novedosa, fue la que se decidió luego del encuentro entre Jalil y Córdoba, a saber, la creación de una Mesa Científico Técnica, de la cual, hasta el día de hoy, no hay noticia alguna.

La oposición también intento anotarse algún punto a favor, pero no pasó de las críticas al oficialismo por su mal manejo del asunto, y algunas “bien intencionadas” declaraciones sobre el diálogo y la paz, que nunca se concretaron.
Así las cosas, de un lado de la cancha parece que ninguna acción ha logrado “inclinar la balanza”.
Veamos del otro.

II. En Choya se ha formado definitivamente un grupo estable y organizado de vecinos/as informados y convencidos de la destrucción que significará Agua Rica para su pueblo. Tan solo en los últimos dos meses, recibieron en su pueblo, a tres contingentes provenientes de distintas provincias del país, y de distintos puntos de Catamarca. En esos encuentros se realizaron consultorías legales, asesoramiento jurídico, colectas económicas para sostener los cortes, y se debatieron estrategias políticas y sociales para lo que los choyanos entienden como una lucha irrenunciable. Como parte de esos intercambios, la Asamblea el Algarrobo, junto al pueblo de Choya y más de 30 organizaciones nacionales organizaron un festival que se desarrolló este pasado sábado 22 y domingo 23.

El Festival “Puentes de Agua”, tuvo como protagonistas artísticos alos reconocidos y comprometidos cantautores Jorge Fandermole y Carlos “El negro” Aguirre. En la parte comunicativa, se destacó la presencia del también reconocido periodista ambiental Darío Aranda, el científico Guillermo Folguera y el documentalista Patricio Escobar. Junto a más de 100 personas provenientes de distintos puntos del país, Andalgalá y Choya se vieron colmadas de periodistas, comunicadores, activistas, ambientalistas y asambleístas que durante dos días intercambiaron, compartieron y trazaron acciones de lucha y resistencia.

El sábado se realizaron las acciones en la plaza 9 de julio en el corazón de Andalgalá y luego se realizó una más de las históricas caminatas, la N° 664, que fue realmente multitudinaria, y que llevo su canto y su voz por el domicilio del fiscal Martin Camps y de la Comisaria donde estuvieron detenidos los integrantes de la Asamblea el Algarrobo.

Otro punto fuerte del Festival, fue la participación de los pueblos indígenas de Catamarca. Del encuentro participo la Unión de Pueblos de la Nación Diaguita, con representación de comunidades de Santa María, Aconquija y Belén (aquellas mismas que el gobierno había querido pasar por pro-mineras). Las comunidades plantearon un rotundo NO, a la destrucción de sus territorios y mostraron una potente unidad de acuerdo en la defensa de sus modos de vida, sus cerros y sus ríos.

El domingo las actividades se realizaron en Choya, y una comitiva de periodistas y comunicadores viajo al corte de altura en minas capillitas. A pesar de la poca difusión local, es importante reiterar que el día miércoles 20, es decir, dos días antes del festival, el acampe que sostienen los vecinos de Choya fue destruido en medio de la noche, y todas sus pertenencias fueron robadas. Un misterio digno de una película de Sherlock Holmes ya que, en el lugar, sin exagerar, no hay nada, pero nada en kilómetros alrededor, más que una casilla de policía a 30 mts del lugar del hecho. Es difícil saber si la policía es realmente tan inoperante como para no ver un robo en su propia cara, o si el gobierno está tan desesperado como para “dispararse el pie” en un intento tan inútil como ridículo para creer que esas acciones sirvan de algo. Lo cierto es que toda una comitiva nacional se llevó registros audiovisuales y pruebas para denunciar en distintos organismos de derechos humanos y de violencia institucional, lo que sucede “cerro arriba”.

Las actividades cerraron en el mítico espacio de la Asamblea el Algarrobo, donde se compartieron proyecciones audiovisuales de Antofagasta, Ancasti, la misma Andalgalá y también del Chubutazo del año pasado, de la mano de integrantes de la asamblea No a la Mina Esquel, que hicieron el largo viaje hasta nuestros pagos.

III. Así como no hay miradas “objetivas” de la realidad, tampoco hay “balanzas” objetivas para señalar hacían donde se inclina un conflicto. Sin embargo, los hechos, las percepciones sociales, las emociones y acciones colectivas y las repercusiones mediáticas ayudan a observar tendencias. Para quienes miran de afuera, para la realidad que se comunica desde Andalgalá hacia el país, la tendencia es clara: los pueblos no están dispuestos a renunciar a su lugar de vida. La defensa del territorio es una realidad inapelable. Las amenazas varían, aquí es Agua Rica y Livent, allá será Monsanto o Barrick Gold, o Porta o los incendios o el negocio inmobiliario. Pero frente al consenso de defensa territorial, la mentira del progreso cada día pierde adeptos y con sus patas cortas, ya casi que se arrastra. De igual manera, para el adentro de Catamarca, quienes están a favor de la minería siguen repitiendo estrategias sin efectos. Ni las acciones del gobierno, ni las de la empresa logran desmoralizar a su contrincante, ni restarle fuerza, ni poner en duda la determinación ni la voluntad de defensa de los choyanos y andalgalenses. Su única estrategia sigue siendo, invisibilizar y perseguir a quienes se enfrentan al negocio minero. Pero, parece que eso, tampoco alcanza.

Si la balanza continúa inclinándose hacia el mismo lado, podría ser que tanto la Grieta como Agua Rica corran la misma suerte: cerrarse.

(*) Licenciado en Filosofía y Dr. en Estudios Sociales de América Latina (CEA-CONICET)

Fuente: El Ancasti

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