Sequía en San Luis

Región Cuyo 05/11/2022 La Política Ambiental La Política Ambiental
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Un hilito de agua alimenta al dique La Florida. /Foto: EcoPress/.

La sequía en San Luis puso a varias comunas en Emergencia Hídrica, dejó en evidencia el deterioro de las viejas infraestructuras hídricas, provocó que miles de hectáreas de cultivos se perdieran, generó protestas, dejó al descubierto el derroche de agua de los puntanos, evidenció la distribución desigual del recurso e hizo que decenas de patrullas salgan a las calles a multar el derroche de agua.
San Luis padece una sequía sumamente preocupante: desde el 2019 las lluvias son inferiores al promedio, los ríos y arroyos mantienen un caudal mínimo y el 80% de los diques se encuentran bajo cota. 

Según datos de la Red de Estaciones Meteorológicas -REM-, entre enero y octubre del 2021 llovieron en toda la provincia 28.056 milímetros de agua, mientras que en el mismo periodo del año corriente se registraron precipitaciones por un valor de 17.198 mm. En otras palabras, en lo transcurrido del 2022 llovieron 10.857 mm menos que en la misma etapa del  año pasado. 

La falta de lluvias se observa en los arroyos, los diques y el monte. De los 20 diques de la provincia, 16 se encuentran bajo cota: 

El dique La Huertita, que abastece a cerca de 4.500 hectáreas de cultivos, es el más afectado con una cota de -23,62 metros. La Florida, que provee de agua cruda a gran parte de la capital provincial, La Punta y Juana Koslay se encuentra con una cota de -2,5 mts. Mientras que el dique Potrero de los Funes, que abastece de agua a parte de La Punta, zonas del Potrero y  algunos cultivos, se encuentra con una cota de -2,64 mts.

Los meteorólogos dicen que esta sequía está relacionada con el fenómeno de la Niña, con el cambio climático y con los propios patrones climáticos de una tierra con características semiáridas. 

En agosto la sequía comenzó a preocupar: a mediados de ese mes la Cooperativa de Agua del Potrero de los Funes había adelantado que la situación es crítica y le solicito al Honorable Concejo Deliberante local que declare la Emergencia Hídrica, razón por la cual el 31 de aquel mes el Concejo declaró la Emergencia. Luego, el 5 de septiembre fue La Villa de Merlo quien declaró la Emergencia Hídrica, advirtiendo cortes de agua y solicitando extremar el cuidado del recurso. 

Hoy tanto los merlinos cómo los vecinos del potrero sufren cortes de agua recurrentes y prolongados. Sin embargo, el 9 de septiembre el intendente del Potrero, Damián Gómez, anuló la declaración de Emergencia Hídrica mediante vetó sin brindar ningúna explicación al respecto, a pesar de que no había llovido ni una gota. 

Con el paso del tiempo la situación se fue agravando, la preocupación ya no es estrictamente de las localidades bajo circunstancias de emergencia, sino que lo apremiante compete a todo el ámbito provincial: el temor hoy es que la sequía afecte a todas las localidades por igual. 

La falta de lluvias se hizo notar también en los montes nativos; la sequedad del ambiente propicio que las llamas de los incendios forestales se propaguen rápidamente, tomen voracidad y sean sumamente complicadas de extinguir, está situación sumada a la intencionalidad de las llamas sentaron las bases para que se quemen cerca de 50.000 hectáreas de cubierta forestal en lo transcurrido del año.

Por otra parte, más de 15.000 hectáreas de cosechas se perdieron debido a la escasez de precipitaciones, según consignó la Sociedad Rural de San Luis. 

Al respecto, las autoridades provinciales se concentraron en asegurar el abastecimiento de agua para consumo humano, en ese sentido el Dique San Felipe, que se encuentra con una cota de -6,19 mts, dejó de liberar agua para el agronegocio a pedido de los windsurfistas y los vecinos locales.

La situación fue empeorando con el paso del tiempo y el aumento de las temperaturas, y a finales de septiembre comenzaron las protestas: vecinos del Potrero cortaron la entrada al circuito por las interrupciones en el suministro de agua y por la falta de obras hídricas que garanticen el abastecimiento del recurso,  ya en octubre fueron los merlinos quienes salieron a las calles. 

Allí los merlinos reclamaron por una distribución desigual del recurso, ya que algunos barrios sufrieron cortes de agua por más de seis días consecutivos, mientras que los barrios más ‘acomodados’ no padecieron ni una interrupción en el suministro.  También manifestaron por la falta de obras hídricas.

En comunicación con EcoPress, la Asamblea por el Agua de Merlo explicó que el problema también está relacionado con una planificación urbana deficiente, con los desmontes y la alteración del equilibrio hídrico, con el derroche de agua y el consumo desmedido del “agronegocio”. 

Por ejemplo, cuentan que “Cresud, una empresa semillera poseedora de grandes extensiones de tierra y perforaciones propias, consume 70 veces más agua que toda la Villa, según nuestros cálculos”. También relatan que el “Country Chumamaya se apropió del arroyo El Tigre”, y mientras los merlinos padecen cortes de agua frecuentes y extendidos “en el Chumamaya y otros countrys los jardines están verdes en plena época de sequía, estas urbanizaciones hacen un uso desigual y desmedido del agua”, denuncian desde la Asamblea.

Agregan que “desde la Cooperativa de Agua aseguran que debido al pésimo mantenimiento de los caños se pierde cerca del 25% del agua -por filtraciones-, así que con obras de mantenimiento ya mejoraría bastante la situación”.

Por estas cuestiones los vecinos de la Villa se manifestaron frente a la Cooperativa y la Municipalidad de Merlo. Consecuencia del reclamo, la Cooperativa de Agua de Merlo pasó a ser co-gestionada junto al municipio de la Villa Turística, y como primera medida buscaron aumentar la capacidad de bombeo y optimizar la administración de las reservas de agua, también solicitaron que se inicien las obras hídricas que el gobernador Alberto Rodriguez Saá prometió hace años.

Luego la comuna de Los Molles, situada varios kilómetros al sur de Merlo, también declaró la Emergencia Hídrica y anunció una reducción en la presión del suministro. Además, dijo que multarán el derroche de agua. 

En San Luis Capital y otras localidades también se desarrollan patrullas para multar los derroches de agua. Cabe aclarar que, según datos del municipio capitalino, en verano el puntano promedio consume unas 5 veces más agua que lo recomendado por la ONU, lo que sugiere que el derroche está arraigado en la cultura sanluiseña.  

Por estas, y otras, razones San Luis Agua comenzó con obras hídricas en diversos parajes de la provincia para optimizar la distribución del recurso, ya que miles de metros cúbicos de agua se pierden por filtraciones. 

Finalmente, aunque la llegada de la primavera/verano trae lluvias consigo, los meteorólogos prevén que tendremos un verano más seco de lo normal y estiman que las fuertes lluvias llegarán recién en febrero del 2023.  

Fuente: Eco-Press

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