Una Luz de Esperanza: Científicos del CONICET Avanzan en el Desarrollo de una Vacuna Nasal contra el Chagas

ACTUALIDAD27/01/2025La Política AmbientalLa Política Ambiental
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La enfermedad de Chagas es una de las principales preocupaciones de salud pública en Argentina, afectando a millones de personas, especialmente en zonas rurales. Causada por el parásito Trypanosoma cruzi, el Chagas puede derivar en graves complicaciones cardíacas y otras alteraciones, muchas de las cuales, como la miocardiopatía chagásica crónica (MCC), afectan a personas en plena edad productiva. En medio de este panorama, un equipo de investigadores del CONICET ha dado un paso trascendental en la lucha contra esta enfermedad, desarrollando una vacuna nasal experimental que podría cambiar la historia del tratamiento y prevención de esta dolencia.

La Innovación de la Vacuna Nasal

El proyecto está a cargo de dos referentes en el campo de la inmunología: Ana Rosa Pérez, directora del Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (IDICER), e Iván Marcipar, del Laboratorio de Tecnología Inmunológica de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Esta vacuna tiene un enfoque revolucionario, ya que se administra de forma nasal, lo que podría hacerla más accesible y aceptada por la población.

“La idea es prevenir la infección desde etapas tempranas, evitando que las personas desarrollen las complicaciones graves, como las inflamaciones cardíacas crónicas que caracterizan la fase avanzada de la enfermedad”, comenta Pérez. Los resultados obtenidos en modelos animales hasta ahora son prometedores, mostrando una significativa reducción de la miocarditis y otras alteraciones cardíacas vinculadas a la enfermedad.

Un Desafío para la Salud Pública

En Argentina, aproximadamente el 30% de las personas infectadas con Chagas desarrollan complicaciones cardíacas graves, como insuficiencia cardíaca, arritmias y hasta muerte súbita. Esto se debe a que la fase crónica del Chagas, en especial la miocardiopatía chagásica crónica, puede aparecer entre 15 y 30 años después de la infección, muchas veces en personas jóvenes, entre los 30 y 40 años, lo que impacta de manera directa en su calidad de vida y, en los casos más severos, puede requerir un trasplante cardíaco.

El problema principal radica en que los medicamentos disponibles, como el benznidazol y el nifurtimox, fueron desarrollados hace más de 70 años. Si bien son eficaces en la fase aguda de la enfermedad, este estadio muchas veces pasa desapercibido. Y cuando se inicia el tratamiento en las fases crónicas, la probabilidad de curación disminuye drásticamente a menos del 50%.

“Si logramos demostrar la eficacia de esta vacuna, podríamos evitar que más personas lleguen a esa fase crónica y, por ende, disminuir los casos de complicaciones cardíacas graves”, explica Pérez.

El Futuro de la Vacuna contra el Chagas

El equipo de investigación no se detiene en la vacuna preventiva. Paralelamente, Marcipar y su equipo están desarrollando una vacuna terapéutica, que podría administrarse a personas que ya han sido infectadas y están en fase crónica, para evitar que la enfermedad avance hacia la miocardiopatía.

Ambas vacunas están en etapa preclínica, lo que significa que aún no han sido probadas en humanos. Los investigadores subrayan que para seguir adelante con las pruebas y los estudios más avanzados, se requiere de un mayor financiamiento. "Estamos ante un desafío enorme, pero si conseguimos los fondos necesarios, podríamos tener un avance histórico para combatir el Chagas", afirman.

Un Llamado a la Acción

Aunque aún queda mucho camino por recorrer, este proyecto representa una luz de esperanza para millones de personas que sufren las consecuencias del Chagas, una enfermedad históricamente desatendida. El trabajo del CONICET es un claro ejemplo de cómo la ciencia argentina puede ofrecer soluciones innovadoras para problemas de salud que afectan de manera directa a la población.

Este avance en la investigación es crucial no solo para Argentina, sino también para toda América Latina, donde el Chagas sigue siendo una de las principales causas de morbilidad y mortalidad. Con el apoyo necesario, esta vacuna nasal podría ser la herramienta que cambie el curso de la enfermedad y ofrezca una nueva oportunidad de vida a quienes hoy viven con el miedo constante de sus complicaciones.

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