El nivel del mar está aumentando más rápido que en ningún otro momento de los últimos 4.000 años, un fenómeno impulsado por el cambio climático, el deshielo acelerado de los glaciares y la expansión térmica de los océanos. Así lo confirma un estudio publicado en la revista Nature por un equipo de investigadores de la Universidad de Rutgers (EE. UU.), que advierte sobre las consecuencias potencialmente devastadoras de esta tendencia para millones de personas en todo el mundo.
Una aceleración histórica
El análisis, basado en miles de registros geológicos —como antiguos arrecifes de coral y manglares que actúan como “archivos naturales” del nivel del mar—, reconstruyó su evolución durante los últimos 12.000 años, desde el inicio del Holoceno. Los científicos concluyeron que, desde 1900, el nivel medio del mar ha crecido a una velocidad media de 1,5 milímetros por año, una tasa que supera cualquier otro periodo de un siglo en los últimos milenios.
Según el investigador principal, Yucheng Lin, la subida actual está impulsada principalmente por dos factores:
- La expansión térmica del agua marina, que se dilata al calentarse.
- El deshielo acelerado de glaciares y capas de hielo en regiones como Groenlandia y la Antártida.
“Al calentarse los océanos, ocupan más volumen, y los glaciares, al ser más pequeños, responden más rápido al aumento de las temperaturas. Ahora vemos una aceleración particularmente intensa en Groenlandia”, explicó Lin.
Groenlandia, un punto crítico
Solo entre septiembre de 2023 y agosto de 2024, la capa de hielo de Groenlandia perdió alrededor de 80.000 millones de toneladas de hielo, el 28º año consecutivo en que el deshielo supera la formación de nuevo hielo. Este gigantesco bloque de agua dulce —uno de los mayores del planeta— contiene suficiente volumen como para elevar el nivel global del mar en hasta 7,4 metros si llegara a derretirse por completo.
Los científicos calculan que por cada centímetro de subida del nivel del mar, unos seis millones de personas quedan potencialmente expuestas a inundaciones costeras.
Una amenaza para las ciudades y la economía mundial
El estudio advierte que los deltas y llanuras costeras, donde se concentran grandes ciudades, zonas agrícolas y redes logísticas, son las regiones más vulnerables a esta crisis. Estas áreas no solo albergan a millones de personas, sino que también funcionan como nodos clave del comercio y la producción mundial.
“La subida de apenas unos centímetros puede multiplicar el riesgo de inundaciones en los deltas”, subrayó Lin. “Son regiones esenciales no solo a nivel nacional, sino también para las cadenas de suministro globales”.
Aunque la investigación se centró en China, donde la combinación de hundimiento del terreno y subida del mar representa una doble amenaza para ciudades como Shanghái o Tianjin, los expertos advierten que el patrón se repite en urbes de todo el mundo, como Nueva York, Yakarta o Manila.
Una llamada urgente a la acción
El trabajo refuerza lo que numerosos organismos científicos llevan años advirtiendo: sin una reducción drástica de las emisiones de gases de efecto invernadero, el aumento del nivel del mar podría volverse irreversible en las próximas décadas.
La crisis costera no solo amenaza territorios, infraestructuras y ecosistemas, sino también el modo de vida de comunidades enteras. Actuar “a escala global y local” —como subrayan los investigadores— será clave para evitar que millones de personas se vean desplazadas por el avance del mar.


















