La deforestación desenfrenada y los incendios forestales pusieron en peligro a seis especies emblemáticas de los ecosistemas de la provincia. La mara, el conejo de los palos, la boa de las vizcacheras (lampalagua), el venado de las pampas, el águila coronada y el caldén son los principales afectados por la pérdida de su hábitat natural.
Según un informe presentado por la Fundación Vida Silvestre, en los últimos años se han deforestado aproximadamente 76.379 hectáreas en zonas críticas de San Luis, lo que corresponde a una superficie equivalente a 27 canchas de fútbol por día. Alarmantemente, solo el 0,01% del bosque nativo de la provincia está bajo planes de manejo o conservación, dejando a la gran mayoría de este valioso ecosistema vulnerable a la degradación.
El informe también destaca la falta de evaluación del impacto de los planes, la escasa participación ciudadana y la ausencia de criterios comunes para elaborar el Ordenamiento Territorial de Bosque Nativo (OTBN) como las principales causas de esta crisis ambiental. Además, se señala la falta de recursos económicos, incentivos insuficientes para la protección del bosque y la ausencia de sanciones efectivas para la deforestación ilegal como factores que contribuyen al problema.
Es urgente tomar medidas para proteger los bosques nativos de San Luis, ya que desempeñan un papel fundamental en la vida cotidiana al proporcionar una amplia gama de servicios ecosistémicos, como alimentos, agua, madera, regulación del clima, control de la erosión del suelo y recreación. La conservación de estos ecosistemas es esencial para garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.
Fuente: InfoMerlo