El atropellamiento de un margay en Misiones refleja la trágica realidad de la fauna en peligro
ACTUALIDAD04/02/2025La Política AmbientalEste domingo, una nueva víctima de atropellamiento apareció en las rutas del norte misionero: un margay, un felino de la selva con una belleza y singularidad que lo hace uno de los más destacados de la fauna local. El hecho ocurrió en la Ruta Nacional 101, donde el Ministerio de Ecología de Misiones dio a conocer el triste suceso a través de sus redes sociales. Pero este no es un caso aislado. Según las autoridades, más de 5.000 animales mueren cada año en la región como consecuencia de atropellamientos provocados por el incumplimiento de límites de velocidad y la falta de conciencia en la conducción.
El atropellamiento de fauna es un problema grave en las rutas que atraviesan las reservas naturales y parques nacionales, sobre todo en áreas de alta biodiversidad como la selva misionera. Estos atropellamientos no solo afectan a especies emblemáticas, algunas de ellas en peligro de extinción, sino que también impactan negativamente en el ecosistema y, por ende, en las actividades relacionadas con el turismo, la seguridad vial y el equilibrio ambiental.
El margay (Leopardus wiedii) es una de las víctimas más frecuentes. Este pequeño felino, pariente cercano del ocelote, está perfectamente adaptado a la selva subtropical misionera. Sin embargo, su delicado equilibrio se ve constantemente amenazado, principalmente por la expansión de infraestructuras viales que no tienen en cuenta su hábitat natural. Además, se suma el peligro que enfrentan otras especies como el yaguareté, el tapir y el ocelote, quienes también son atropellados al transitar por estas rutas.
La trágica muerte de este felino sirve como recordatorio de la importancia de la responsabilidad al conducir. La campaña del Ministerio de Ecología de Misiones, "Yo Freno por la Fauna", busca generar conciencia entre los conductores sobre la necesidad de respetar las señales de tránsito y reducir la velocidad, especialmente en zonas donde habitan especies vulnerables.
Las autoridades explican que las rutas que atraviesan la selva no son solo caminos de paso para las personas, sino corredores vitales para una gran cantidad de fauna. Por eso, hacen un llamado urgente a los conductores a actuar con mayor precaución. Cada vida perdida no solo afecta la biodiversidad, sino también la estabilidad del ecosistema local, que es fundamental para el equilibrio de todo el entorno.
Pasafaunas: un proyecto clave para la conservación
En respuesta a esta problemática, el Gobierno de Misiones, junto con diversas organizaciones ambientalistas, ha lanzado el proyecto del pasafaunas, una serie de pasos elevados y estructuras en las rutas que permiten el cruce seguro de animales silvestres, protegiendo tanto a la fauna como a los conductores. Además, se ha incrementado la señalización en rutas y se han implementado campañas de concientización durante períodos de alta circulación vehicular, como en los feriados o durante las vacaciones.
La importancia de estas medidas no solo radica en la preservación de especies como el margay, sino en garantizar el desarrollo sostenible de la región. Si bien las rutas son esenciales para el crecimiento económico, el turismo y las comunicaciones, su impacto ambiental no debe ser subestimado.
¿Qué es un Margay?
El margay es un felino que habita en las selvas tropicales y subtropicales, y en Argentina tiene una importante presencia en Misiones. Su cuerpo mide entre 90 y 120 cm de largo, de los cuales aproximadamente el 40% corresponde a la cola, que es una de sus características distintivas. Pesa entre 2 y 5 kg, y su pelaje es denso y de color amarillo con manchas negras. Sus grandes ojos saltones y su agilidad lo hacen un excelente cazador nocturno.
A pesar de su tamaño reducido, el margay cumple una función esencial dentro de su ecosistema. Su habilidad para trepar y moverse entre los árboles le permite acceder a una variedad de presas, desde roedores hasta aves y reptiles, ayudando así al control de estas poblaciones.
Un llamado urgente a la conciencia colectiva
El atropellamiento de animales en las rutas no solo es un problema ambiental, sino una cuestión de responsabilidad social. Si bien es importante que las autoridades implementen medidas de conservación, el cambio también depende de la acción de cada uno de nosotros. La concientización y el respeto por las leyes de tránsito pueden salvar miles de vidas animales al año.
En un mundo cada vez más conectado por las rutas y la infraestructura vial, el desafío es encontrar el equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación del ambiente. Las decisiones que tomemos hoy sobre cómo nos movemos por nuestras rutas no solo afectan nuestro presente, sino que también definen el futuro de las especies con las que compartimos este territorio.
Así, la responsabilidad de todos está clara: frenar por la fauna, cuidar nuestro ambiente y preservar la biodiversidad de Misiones. Porque cada animal perdido es una parte del ecosistema que ya no volverá.