Según especialistas, la contaminación ambiental es una de las posibles causas del asma

CAMBIO CLIMÁTICO 02/05/2023 La Política Ambiental La Política Ambiental
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En vísperas de la semana del asma, especialistas advirtieron que el cambio climático y la contaminación ambiental favorecen la modificación de factores genéticos que producen que cada vez más gente tenga asma, una de las enfermedades crónicas respiratorias más prevalentes del mundo.

Del 2 al 5 de mayo se conmemora la Semana Mundial del Asma, enfermedad que, 235 millones de personas la padecen afectando a un 9% de niños, 11% de adolescentes y 6,6% de adultos en todo el mundo, según estima la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

En declaraciones a la Agencia Nacional de noticias, Ana Stok, neumonóloga representante del Grupo Asma NOA (Ganoa) dijo que "el asma es una inflamación de los bronquios o de las vías aéreas. Cuando esas vías aéreas están inflamadas hay ciertos estímulos externos, como la contaminación ambiental, polen, ejercicio físico intenso, olores o perfumes fuertes, que hacen que el bronquio inflamado se cierre y se contraiga, provocando que el paciente tenga falta de aire".

 
Esta enfermedad es una de las más prevalentes del mundo porque en los últimos años las poblaciones están "cada vez más expuestos a aeroalergenos y a ciertas condiciones ambientales" que hacen que "se produzcan en nuestros antecesores, cambios epigenéticos, es decir, que empiezan a expresar ciertos genes que se transmiten de generación en generación", según la especialista.

"Como no se modifican estos factores ambientales, como el cambio climático o la contaminación ambiental, favorece a que se produzcan expresiones genéticas que favorecen que cada vez más personas tengan asma", advirtió.

En las personas con asma los bronquios se inflaman aumentando el grosor de sus paredes que se estrechan y aumentan la producción de moco, lo cual se produce por una respuesta exagerada a ciertas sustancias o situaciones llamadas "factores desencadenantes", según el Ministerio de Salud.

Algunos de los factores desencadenantes pueden ser infecciones respiratorias virales; el humo del tabaco; exposición a ambientes irritantes; cambios climáticos; ejercicio y estrés emocional; o alérgenos como el polvo, polen, pelos de animales y ciertos alimentos; algunos medicamentos; factores hormonales; y reflujo gastroesofágico.

Al respecto, Maximiliano Gómez, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) afirmó que "las personas que tienen antecedentes de alergias, como las personas que fuman, obesas, expuestas a irritantes ambientales inhalatorios son más propensas para desencadenar la enfermedad. De estas, las alérgicas son las más frecuentes, por eso se insiste en el control adecuado de las alergias".

Además, señaló que las infecciones respiratorias por virus pueden condicionar el desarrollo de asma o pueden provocar crisis en quienes ya lo padecen, y destacó la importancia de la vacunación en estos pacientes.

Ambos especialistas coincidieron en que uno de los principales problemas que tiene esta enfermedad respiratoria es el "subdiagnóstico".

Por su parte, Gómez señaló que "gran parte de la confusión la generan los diferentes nombres que se utilizan para evitar decir "asma" como bronquitis obstructiva, broncoespasmo recurrente, bronquiolitis, alergia espasmódica y otros que demoran el tratamiento efectivo y a tiempo. Para confirmar este diagnóstico, existe un estudio sencillo, que es la espirometría".

Y advirtió que la falta de control del asma es "incapacitante", ya que la obstrucción bronquial disminuye la disponibilidad de oxígeno y que "no deben minimizarse los síntomas leves".

E indicó que a largo plazo "aumenta la mortalidad porque son pacientes que están mal controlados".

El tratamiento más efectivo es un corticoide inhalado, de acción local, de forma crónica, que debe ser indicado por un especialista, coincidieron ambos.

"No debe temerse al mismo, ya que no provoca los efectos de los inyectables o por boca (sistémicos), los cuales quedan reservados solo para las crisis y en dosis acotadas", dijo Gómez.

Además, a este tratamiento suele agregarse broncodilatadores de acción para las crisis o de acción prolongada junto a corticoides inhalados en conjunto en quienes requieren de otra medicación para alcanzar un buen control del asma.

Por último, Gómez expresó que hay un pequeño grupo de pacientes que padecen asma grave (que no logran controlar su asma a pesar de tener el tratamiento correspondiente) pero que "en ellos también hay esperanza con tratamientos biológicos" que les permiten "mejorar su calidad de vida notablemente".

"El asma es la única enfermedad que aparece en cualquier edad de la vida", dijo Stock, y concluyó que "un paciente que tiene asma y está controlado puede llevar una vida normal".

Fuente: infobrisas

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